viernes, 16 de agosto de 2013

Preparándonos para una sequía prolongada

Colombia vive- por cuenta de los cambios climáticos-, una de sus peores crisis, con pérdidas económicas superiores a los 1,2 billones de pesos en el sector agropecuario.


Juan Camilo Rodríguez

‘El Niño’ y ‘La Niña’, palabras aparentemente inocentes, son nombres de fenómenos climáticos devastadores que en Colombia han arrasado en los últimos años, con viviendas, cultivos, animales,  seres humanos y todo lo que encuentra a su paso.
Los departamentos del Tolima Huila y Cauca  viven en los últimos meses una de sus peores temporadas de sequía con la muerte de más de 2.300 cabezas de ganado. Según cifras de Fedegan, la llegada del fenómeno del niño en los últimos años afectó la producción lechera en 246 millones de litros y la de carne con 88 millones de kilos, ocasionando pérdidas al sector por algo más de 462 millones de pesos. Pasado “el niño”, las dos “niñas “que afectaron a Colombia también dejaron un rastro desastroso a su paso, ya que ocasionó el desplazamiento 3.010.362 reses con una caída en la producción de leche por 306 millones de litros y 139 millones de kilos de carne y pérdidas netas de 678 mil millones de pesos. A esto debemos sumarle los más de 45 mil millones de pesos que se perdieron por pasturas y forrajes. A día de hoy las pérdidas a causa de estos fenómenos para los ganaderos, superan  los 1,2 billones de pesos. 

Según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, Ideam, nos espera una época de sequía finalizando este 2012 y los primeros meses de 2013, esto debido a los cambios climáticos dados por el calentamiento de las aguas del Océano Pacífico, mejor conocido como “el fenómeno de ‘El Niño’.

El Ideam ha seguido de cerca estos cambios en los principales ríos del país: el Cauca y el Magdalena, algunas cuencas como la del río Bogotá o la del  Orinoco, esto para observar si hay niveles bajos en algunos, ya que son fuentes hídricas para algunas zonas de los departamentos de Valle del Cauca, Tolima, Huila y Cundinamarca.

La Revista EL CEBÚ habló con el ingeniero meteorólogo Daniel Useche,  coordinador de pronóstico en el Ideam, acerca de este fenómeno climático y esto nos contó: “En el boletín número 48 (que se  puede encontrar en la página oficial del Ideam) dice que para el bimestre comprendido entre octubre-noviembre vamos a tener la segunda temporada lluviosa del año en gran parte del territorio nacional, por lo que habrá precipitaciones con valores dentro de lo normal y ligeramente por debajo de lo normal al norte del país y en la región Caribe”, también asegura que podríamos tener la fortuna de no recibir ‘El Niño’ a comienzos de 2013.
Gráfica del Ideam donde se muestra la probabilidad que se presenten excesos de luvia (azul) y la del déficit de lluvias (rojo).

El fenómeno de El Niño
El Niño es un término que se usa para describir la presentación de aguas superficiales, más cálidas de lo normal, en zonas centrales y orientales del Océano Pacífico tropical, al sur de Colombia y en las costas del norte de Ecuador y Perú.

En Colombia se manifiesta en la costa Pacífica, con incrementos en la temperatura superficial del mar y en aumentos de su nivel medio. Así pues, los principales factores afectados por este fenómeno “en el territorio colombiano son, los incendios de praderas y bosques en general, la temperatura del aire y las precipitaciones”. Tambièn afecta el régimen de lluvias en el país, por lo que el Ideam debe estar pendiente en todo momento de los niveles hídricos en los principales ríos del país, para prever una eminente sequía y promover así un plan de contingencia y prevención.

El promedio de duración de este fenómeno en nuestro país es generalmente de 12 meses, sin embargo, se han visto periodos más largos (28 meses en 1939 y 1942) y más cortos (7 meses en 1946).

El Ideam considera que la probabilidad de que el fenómeno de ‘El Niño’ alcance una intensidad moderada es de 65 por ciento; de que sea débil del 30 por ciento, y un 10 por ciento fuerte.

¿Qué consecuencias puede traer el fenómeno de El Niño a los ganaderos?

A raíz del déficit de lluvias, El Niño trae consigo problemas muy graves para las explotaciones ganaderas, por esto, es importante educar a la población para prevenir estas situaciones que se pueden presentar en las fincas y sus alrededores, algunos de estos problemas son:
·         Deterioro de los pastos (pasturas).
·         Aumento en la incidencia de enfermedades bovinas causadas por parásitos o suelos inundados.
·         En los animales puede causar pérdida de peso por deshidratación, así mismo, y debido a la pérdida de forrajes, se produce baja en la producción de carne y leche.
·         Se ve afectada la natalidad y, por ende, el tiempo de recuperación de muertes que se pudieran dar por culpa del fenómeno invernal.
·         Menor disponibilidad del recurso hídrico, tanto para riego como para el ganado.
·         Se incrementan los costos de producción en mano de obra para alimentar el ganado, compra de insumos y vitaminas.

Por falta de alimento y agua, los animales pierden peso y otros mueren; en consecuencia, se afecta la producción de carne y leche de la ganadería.

¿Qué se puede hacer?

Germán Gómez, director técnico de Asocebú, fue enfático a la hora de referirse a este tema, pues manifiesta que “al ganadero hay que seguir recordándole la importancia de cuidar los bosques, de tener ese sentido ecológico, de reforestar sus tierras, de cuidar las fuentes de agua, porque por mal manejo se pueden perder muchos recursos que serán necesarios a la hora de grandes sequías”.

Así, pues, y teniendo en cuenta que luego de esta temporada, se puede presentar una reducción de lluvias prolongada como lo venía pronosticando el Ideam en sus boletines (consultar en www.ideam.gov.co) se han preparado unos consejos prácticos en temas importantes a tener en cuenta según Fedegán, el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, Corpoica y Cipav.

La disponibilidad del agua, la conservación de forrajes y los problemas de salud generados por la sequia, son tres problemas fundamentales a tratar cuando se refiere en concreto sobre el fenómeno de ‘El Niño’.

El agua, fuente de vida
 Este recurso natural, a veces poco apreciado, se debe proteger, especialmente, cuando sabemos que un largo periodo de sequía puede estar a la vuelta de la esquina, y es que sin agua no podemos pensar en la crianza y la salud de nuestros animales, por esto es importante tener en cuenta cómo aprovechar las lluvias que ocurren en estos meses siguientes, muy seguramente hasta la primera semana de diciembre. Las sugerencias son:

·         Reducir la carga animal
·         Preparar reservas de agua potable, para consumo humano como animal
·         Preparar reservas de alimentos alternativos.

Es importante resaltar que las reservas de agua se deben dar en las fincas mediante estrategias naturales y de almacenamiento, también debemos tener en cuenta el tamaño de nuestro hato y el consumo de agua de los bovinos en condiciones normales de clima.

Dato: para producir un litro de leche se requieren de 2,5 a 5 litros de agua según la región.


CONSUMO DIARIO DE AGUA EN BOVINOS
Tipo de ganado
consumo de agua (lt/dia)
Vacas en ordeño
90-115
Toros
60-80
Machos y hembras mayores de 2 años
40-50
Machos y hembras menores de 2 años
35-45
Terneros menores de 1 año
20-30

Saber almacenar agua es fundamental a la hora de enfrentar tiempos adversos, por esto les presentamos varias alternativas para épocas de sequía:

Lagos o jagüeyes
Es de suma importancia el poder recolectar la mayor cantidad de agua lluvia posible en las épocas donde estas son abundantes, esto se puede hacer en nuestro hato por medio de lagos, lagunas, represas o jagüeyes. Estos últimos  se deben establecer en zonas de pendiente. Cabe resaltar que estas obras deben de estar terminadas antes de que se acabe la época de lluvias.

Para épocas de sequía, es necesario recolectar agua lluvia en lagos, represas, lagunas o construir jagüeyes

Cosecha de agua lluvia en techos
Para almacenar agua lluvia en la finca, se recomienda usar canaletas de zinc prefabricadas o también de guadua, la cual se corta por la mitad y se empata con uniones sencillas. Su longitud debe ser la misma de los aleros del techo.

Estas aguas se conducen hasta sitios dispuestos previamente para su almacenamiento (barriles, tanques, estanques, entre otros). El cálculo es sencillo, por cada metro cuadrado de techo, se recoge un metro cúbico de agua (1000 litros) en un año con precipitaciones de 1000 milímetros.

Otras  fuentes importantes para recolección son los molinos de viento, especialmente, si estos están ubicados en zonas como La Guajira, Cesar y las regiones vecinas al mar Caribe. También las plantas como el  totumo son muy  útiles en periodos de sequía, ya que estos árboles tienen gran resistencia en épocas de escasez y los animales consumen el fruto, lo que ayuda, en gran manera, a superar la crisis, además, su reproducción es rápida.

Conservacion de forrajes
Otro aspecto importante a tratar es el cuidado que se le debe dar al forraje. Aprender a usar estratégicamente las cercas vivas como fuente de alimento es clave a la hora de prevenir desatres, por ejemplo, de un kilómetro de cerca viva usted puede obtener alrededor de una tonelada de forraje seco. Así mismo, utilizar acertadamente el rastrojo y los frutos de leguminosas arbóreas para tener comida para los animales en los tiempos secos.
Todo el forraje almacenado en la época de abundancia sirve para las épocas de sequía.

Una de las mejores prácticas y más comunes para guardar alimento es el ensilaje. Esto no es otra cosa que forraje verde picado (gramíneas, cultivos y leguminosas) que se conserva en la ausencia de aire y es recolectado en bolsas o canecas plásticas. Todo el forraje almacenado en la época de abundancia sirve para las épocas de sequía.

El ensilaje es importante porque se puede conservar por mucho más tiempo y se requiere menos suplementación con alimentos balanceados que se encuentran disponibles en el mercado.

De los materiales más usados en el ensilaje están el maíz, el sorgo, la caña, la yuca, el totumo, entre otros.

Si no necesitamos mucha cantidad de ensilaje, o sea entre 20 y 40 kilos, podemos usar silos de bolsa plástica y canecas, lo que facilita los procesos (transporte, comercialización, producción). También está el silo de montón, este se lleva a cabo directamente sobre la tierra, y siempre debe estar cubierto por plástico o cualquier otro material impermeable.

Gracias a una sencilla fórmula usted puede calcular sus necesidades de ensilaje: demanda de ensilaje (D.E) = # de animales x consumo diario x periodo de alimentación + pérdidas (se deben tomar en cuenta aquellas entre el 10 y 20 por ciento).

Finalmente, debemos tener en cuenta varios aspectos a la hora de enfrentarnos a un fenómeno  como El Niño, lo importantes es  empezar a optimizar nuestros procesos y hacer que estas prácticas ganaderas no se vuelvan solo de prevención, sino que entren en nuestro diario vivir, así tendremos hatos mucho más preparados, no solo para enfrentar climas adversos, sino también para solventar problemas que se puedan dar aun cuando todo parezca que está bajo control.

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