Colombia
vive- por cuenta de los cambios climáticos-, una de sus peores crisis, con
pérdidas económicas superiores a los 1,2 billones de pesos en el sector
agropecuario.
Juan Camilo Rodríguez
‘El Niño’ y ‘La Niña’, palabras
aparentemente inocentes, son nombres de fenómenos climáticos devastadores que
en Colombia han arrasado en los últimos años, con viviendas, cultivos,
animales, seres humanos y todo lo que
encuentra a su paso.
Los departamentos del Tolima Huila
y Cauca viven en los últimos meses una
de sus peores temporadas de sequía con la muerte de más de 2.300 cabezas de
ganado. Según cifras de Fedegan, la llegada del fenómeno del niño en los
últimos años afectó la producción lechera en 246 millones de litros y la de
carne con 88 millones de kilos, ocasionando pérdidas al sector por algo más de
462 millones de pesos. Pasado “el niño”, las dos “niñas “que afectaron a
Colombia también dejaron un rastro desastroso a su paso, ya que ocasionó el
desplazamiento 3.010.362 reses con una caída en la producción de leche por 306
millones de litros y 139 millones de kilos de carne y pérdidas netas de 678 mil
millones de pesos. A esto debemos sumarle los más de 45 mil millones de pesos
que se perdieron por pasturas y forrajes. A día de hoy las pérdidas a causa de
estos fenómenos para los ganaderos, superan
los 1,2 billones de pesos.
Según el Instituto de Hidrología, Meteorología
y Estudios Ambientales, Ideam, nos espera una época de sequía finalizando este 2012
y los primeros meses de 2013, esto debido a los cambios climáticos dados por el
calentamiento de las aguas del Océano Pacífico, mejor conocido como “el
fenómeno de ‘El Niño’.
El Ideam ha seguido de cerca estos
cambios en los principales ríos del país: el Cauca y el Magdalena, algunas
cuencas como la del río Bogotá o la del
Orinoco, esto para observar si hay niveles bajos en algunos, ya que son
fuentes hídricas para algunas zonas de los departamentos de Valle del Cauca,
Tolima, Huila y Cundinamarca.
La Revista EL CEBÚ habló con el
ingeniero meteorólogo Daniel Useche,
coordinador de pronóstico en el Ideam, acerca de este fenómeno climático
y esto nos contó: “En el boletín número 48 (que se puede encontrar en la página oficial del Ideam)
dice que para el bimestre comprendido entre octubre-noviembre vamos a tener la
segunda temporada lluviosa del año en gran parte del territorio nacional, por
lo que habrá precipitaciones con valores dentro de lo normal y ligeramente por
debajo de lo normal al norte del país y en la región Caribe”, también asegura
que podríamos tener la fortuna de no recibir ‘El Niño’ a comienzos de 2013.
Gráfica
del Ideam donde se muestra la probabilidad que se presenten excesos de luvia
(azul) y la del déficit de lluvias (rojo).
El fenómeno de El Niño
El
Niño es un término que se usa para describir la presentación de aguas
superficiales, más cálidas de lo normal, en zonas centrales y orientales del Océano
Pacífico tropical, al sur de Colombia y en las costas del norte de Ecuador y
Perú.
En
Colombia se manifiesta en la costa Pacífica, con incrementos en la temperatura
superficial del mar y en aumentos de su nivel medio. Así pues, los principales
factores afectados por este fenómeno “en el territorio colombiano son, los
incendios de praderas y bosques en general, la temperatura del aire y las
precipitaciones”. Tambièn afecta el régimen de lluvias en el país, por lo que
el Ideam debe estar pendiente en todo momento de los niveles hídricos en los
principales ríos del país, para prever una eminente sequía y promover así un
plan de contingencia y prevención.
El
promedio de duración de este fenómeno en nuestro país es generalmente de 12
meses, sin embargo, se han visto periodos más largos (28 meses en 1939 y 1942)
y más cortos (7 meses en 1946).
El
Ideam considera que la probabilidad de que el fenómeno de ‘El Niño’ alcance una
intensidad moderada es de 65 por ciento; de que sea débil del 30 por ciento, y
un 10 por ciento fuerte.
¿Qué consecuencias puede traer el fenómeno de El Niño
a los ganaderos?
A
raíz del déficit de lluvias, El Niño trae consigo problemas muy graves para las
explotaciones ganaderas, por esto, es importante educar a la población para prevenir
estas situaciones que se pueden presentar en las fincas y sus alrededores,
algunos de estos problemas son:
·
Deterioro de los pastos
(pasturas).
·
Aumento en la
incidencia de enfermedades bovinas causadas por parásitos o suelos inundados.
·
En los animales puede
causar pérdida de peso por deshidratación, así mismo, y debido a la pérdida de
forrajes, se produce baja en la producción de carne y leche.
·
Se ve afectada la
natalidad y, por ende, el tiempo de recuperación de muertes que se pudieran dar
por culpa del fenómeno invernal.
·
Menor disponibilidad
del recurso hídrico, tanto para riego como para el ganado.
·
Se incrementan los
costos de producción en mano de obra para alimentar el ganado, compra de
insumos y vitaminas.
Por falta de alimento y agua, los animales pierden peso y
otros mueren; en consecuencia, se afecta la producción de carne y leche de la
ganadería.
¿Qué se puede hacer?
Germán
Gómez, director técnico de Asocebú, fue enfático a la hora de referirse a este
tema, pues manifiesta que “al ganadero hay que seguir recordándole la
importancia de cuidar los bosques, de tener ese sentido ecológico, de
reforestar sus tierras, de cuidar las fuentes de agua, porque por mal manejo se
pueden perder muchos recursos que serán necesarios a la hora de grandes sequías”.
Así,
pues, y teniendo en cuenta que luego de esta temporada, se puede presentar una reducción
de lluvias prolongada como lo venía pronosticando el Ideam en sus boletines (consultar
en www.ideam.gov.co) se han preparado
unos consejos prácticos en temas importantes a tener en cuenta según Fedegán,
el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, Corpoica y Cipav.
La
disponibilidad del agua, la conservación de forrajes y los problemas de salud
generados por la sequia, son tres problemas fundamentales a tratar cuando se
refiere en concreto sobre el fenómeno de ‘El Niño’.
El agua, fuente de vida
Este recurso natural, a veces poco apreciado,
se debe proteger, especialmente, cuando sabemos que un largo periodo de sequía puede
estar a la vuelta de la esquina, y es que sin agua no podemos pensar en la
crianza y la salud de nuestros animales, por esto es importante tener en cuenta
cómo aprovechar las lluvias que ocurren en estos meses siguientes, muy
seguramente hasta la primera semana de diciembre. Las sugerencias son:
·
Reducir la carga animal
·
Preparar reservas de
agua potable, para consumo humano como animal
·
Preparar reservas de
alimentos alternativos.
Es
importante resaltar que las reservas de agua se deben dar en las fincas
mediante estrategias naturales y de almacenamiento, también debemos tener en
cuenta el tamaño de nuestro hato y el consumo de agua de los bovinos en
condiciones normales de clima.
Dato:
para producir un litro de leche se requieren de 2,5 a 5 litros de agua según la
región.
CONSUMO DIARIO DE AGUA EN BOVINOS
|
|||
Tipo de ganado
|
consumo de agua (lt/dia)
|
||
Vacas en ordeño
|
90-115
|
||
Toros
|
60-80
|
||
Machos y hembras mayores de 2 años
|
40-50
|
||
Machos y hembras menores de 2 años
|
35-45
|
||
Terneros menores de 1 año
|
20-30
|
Saber
almacenar agua es fundamental a la hora de enfrentar tiempos adversos, por esto
les presentamos varias alternativas para épocas de sequía:
Lagos o jagüeyes
Es
de suma importancia el poder recolectar la mayor cantidad de agua lluvia
posible en las épocas donde estas son abundantes, esto se puede hacer en nuestro
hato por medio de lagos, lagunas, represas o jagüeyes. Estos últimos se deben establecer en zonas de pendiente.
Cabe resaltar que estas obras deben de estar terminadas antes de que se acabe
la época de lluvias.
Para épocas de sequía, es necesario recolectar agua
lluvia en lagos, represas, lagunas o construir jagüeyes
Cosecha de agua lluvia
en techos
Para
almacenar agua lluvia en la finca, se recomienda usar canaletas de zinc
prefabricadas o también de guadua, la cual se corta por la mitad y se empata
con uniones sencillas. Su longitud debe ser la misma de los aleros del techo.
Estas aguas se conducen hasta
sitios dispuestos previamente para su almacenamiento (barriles, tanques,
estanques, entre otros). El cálculo es sencillo, por cada metro cuadrado de
techo, se recoge un metro cúbico de agua (1000 litros) en un año con
precipitaciones de 1000 milímetros.
Otras fuentes importantes para recolección son los
molinos de viento, especialmente, si estos están ubicados en zonas como La
Guajira, Cesar y las regiones vecinas al mar Caribe. También las plantas como
el totumo son muy útiles en periodos de sequía, ya que estos
árboles tienen gran resistencia en épocas de escasez y los animales consumen el
fruto, lo que ayuda, en gran manera, a superar la crisis, además, su
reproducción es rápida.
Conservacion
de forrajes
Otro aspecto importante a tratar es
el cuidado que se le debe dar al forraje. Aprender a usar estratégicamente las
cercas vivas como fuente de alimento es clave a la hora de prevenir desatres,
por ejemplo, de un kilómetro de cerca viva usted puede obtener alrededor de una
tonelada de forraje seco. Así mismo, utilizar acertadamente el rastrojo y los
frutos de leguminosas arbóreas para tener comida para los animales en los
tiempos secos.
Todo el forraje almacenado en la época de abundancia sirve para las
épocas de sequía.
Una de las mejores prácticas y más
comunes para guardar alimento es el ensilaje. Esto no es otra cosa que forraje
verde picado (gramíneas, cultivos y leguminosas) que se conserva en la ausencia
de aire y es recolectado en bolsas o canecas plásticas. Todo el forraje almacenado
en la época de abundancia sirve para las épocas de sequía.
El ensilaje es importante porque se
puede conservar por mucho más tiempo y se requiere menos suplementación con
alimentos balanceados que se encuentran disponibles en el mercado.
De los materiales más usados en el
ensilaje están el maíz, el sorgo, la caña, la yuca, el totumo, entre otros.
Si no necesitamos mucha cantidad de
ensilaje, o sea entre 20 y 40 kilos, podemos usar silos de bolsa plástica y
canecas, lo que facilita los procesos (transporte, comercialización,
producción). También está el silo de montón, este se lleva a cabo directamente
sobre la tierra, y siempre debe estar cubierto por plástico o cualquier otro material
impermeable.
Gracias a una sencilla fórmula
usted puede calcular sus necesidades de ensilaje: demanda de ensilaje (D.E) = #
de animales x consumo diario x periodo de alimentación + pérdidas (se deben
tomar en cuenta aquellas entre el 10 y 20 por ciento).
Finalmente, debemos tener en cuenta
varios aspectos a la hora de enfrentarnos a un fenómeno como El Niño, lo importantes es empezar a optimizar nuestros procesos y hacer
que estas prácticas ganaderas no se vuelvan solo de
prevención, sino que entren en nuestro diario vivir, así tendremos hatos mucho
más preparados, no solo para enfrentar climas adversos, sino también para
solventar problemas que se puedan dar aun cuando todo parezca que está bajo
control.
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