Cada día toma más fuerza la inclusión de árboles y arbustos en potreros
para pastoreo de bovinos, lo cual es visible en la expansión de manera
considerable de la arborización de áreas en uso ganadero en el Caribe seco
colombiano.
Por: Belisario
Antonio Roncallo Fandiño
Investigador
Corpoica C.I.Motilonia
No se disponen de cifras estadísticas relacionadas con la expansión de
estas áreas, sin embargo, el paisaje ha sufrido una evolución importante, en el
cual se resalta este aspecto. La forma de recuperar áreas “enmalezadas o
enrastrojadas” es completamente diferente comparada con las intervenciones de
tres a cinco décadas atrás, donde se resaltaba la tala completa del bosque, el
descubrir completo del suelo y las quemas de la cobertura talada.
La respuesta observada se puede atribuir a diferentes factores que han generado
un cambio en el pensar y en el concebir de la producción ganadera por los productores
en estos ecosistemas frágiles; entre otros factores, el quehacer científico ha
cumplido un papel.
Se ha señalado que el uso de los sistemas integrados de producción
(silvopastoril y agrosilvopastoril) son opciones productivas eficientes debido
a su competitividad frente a los sistemas monoespecíficos o especializados
(forestal, ganadería, agricultura) (Kichel, et
al., 2012). La presencia de árboles y arbustos en potreros hace aportes
importantes en esta integración, entre los que se destacan:
- Mejoramiento de las condiciones microclimáticas,
como reducción de la amplitud de la temperatura, aumento de la humedad
relativa del aire, disminución de la intensidad de los vientos, retención
de humedad del suelo.
- Aumento del bienestar animal, con beneficios en
el consumo de alimento, tiempo de pastoreo, incremento de la producción de
carne y leche, y mejoramiento en el desempeño reproductivo.
- Producción de madera
- Captura de CO2
- Protección del suelo: contribución con la
conservación y mejoramiento de las propiedades física, química y biológica
de los suelos y de su capacidad productiva.
- Fuente de forraje para bovinos, ovejas y cabras.
Muchas plantas arbóreas y arbustivas contienen cantidades significativas de
nutrientes (proteína, energía, minerales y vitaminas).
La utilización de árboles y arbustos forrajeros está motivada, entre
otros aspectos, por la adaptación de especies a regiones con presencia de
épocas con sequías prolongadas y con baja oferta de gramíneas. Muchas especies son
comestibles por los animales y están disponibles naturalmente en las fincas,
ofrecen follajes o frutos de razonable calidad, bajo costo de producción de
alimento, reducción de los costos de producción por la disminución en el uso de
productos químicos para el control de malezas, conocimiento local de
productores sobre plantas consumidas en pastoreo, uso de la biodiversidad y además
son fuente de proteína, energía, minerales y vitaminas.
Generalmente, el uso de estas especies forrajeras se realiza en forma de
pastoreo permitiendo el ramoneo de los animales o en corte y acarreo, lo cual
es menos común; de cualquier manera, es importante para la selección de las
especies tener en cuenta los siguientes criterios: que se adapte a las
condiciones de suelo y clima de la finca; que tenga una buena producción
forrajera; que posea una buena palatabilidad (agradable al gusto del animal);
que tenga un buen valor nutricional; que tolere podas frecuentes o pastoreo;
que tenga buena capacidad de rebrote y crecimiento, y que no contenga
sustancias tóxicas para los animales.
Desde el punto de vista nutricional la investigación ha avanzado en el
conocimiento y uso de partes de las plantas (follaje y fruto), del manejo en
pastoreo o en corte y acarreo, con una aceptación importante de los
productores.
Existen experiencias bien documentadas técnicamente en la utilización de
árboles y arbustos forrajeros en la alimentación de rumiantes, dentro de las
cuales se destacan las siguientes especies conocidas para el uso de los frutos:
algarrobillo (Pithecellobium saman), trupillo (Prosopis
juliflora), aromo (Acacia farnesiana),
totumo (Crescentia cujete), orejero (Enterolobium cyclocarpum); estos hacen
una contribución importante como fuente de alimento para los rumiantes en las
épocas de sequías.
En el uso del follaje de los árboles y arbustos utilizados como forraje
cada día se amplía más, siendo las plantas más conocidas, entre otras, las
siguientes: la leucaena o acacia forrajera (Leucaena
leucocephala), totumo (Crescentia
cujete), el guácimo (Guazuma
ulmifolia), el caranganito (Senna
atomaria), el guandul (Cajanus cajan),
el matarratón (Gliricidia sepium), la
morera (Morus alba), la cratilia (Cratylia argentea), la moringa (Moringa oleífera); las últimas siete
especies son más recomendadas para corte
y acarreo.
En una investigación adelantada en zonas secas de la región Caribe colombiana,
que partió del conocimiento local de los ganaderos, se concluyó que el
potencial nutricional de las plantas arbóreas y arbustivas nativas es halagüeño,
principalmente en épocas de sequía (Roncallo, et al., 1997).
Generalmente, el uso de estas especies forrajeras se realiza en forma de
pastoreo permitiendo el ramoneo de los animales o en corte y acarreo,
El estudio reveló que el aporte de proteína es una de las más
importantes contribuciones de estas plantas a la alimentación de rumiantes en
el trópico; el promedio del contenido de proteína cruda del follaje fue de 17,03
± 5,11%. Diversos autores (García, R., 1986; Roncallo, et al., 1997; Gonzáles y Cáceres, 2010; Roncallo, et al., 2012) registraron los siguientes
valores de proteína para la leucaena (22,8 por ciento), matarratón (24), guandul
(18,6), guácimo (16,9), totumo (14,2), caranganito (14), cratylia (17,4) y morera
(22,7 por ciento).
El contenido de energía digestible (1.71±0.61 Mcal/kg) es importante
aunque inferior al proporcionado por las gramíneas predominantes en la región.
La digestibilidad (DIVMS) presentó un valor promedio de 61.7±13.3%; la
concentración promedio de minerales es alta (11.5± 5.39%) con una mayor variación
entre las especies. Es evidente la contribución de precursores de vitamina A,
la cual cumple un papel nutricional muy importante en época de sequía cuando
las gramíneas se secan.
Aromo
Leucaena
Matarratón
Trupillo
El suministro de estas materias primas (frutos y follajes) se pueden
incluir en la preparación de suplementos alimenticios para la alimentación de
rumiantes con respuestas positivas en la producción de leche en vacas de doble propósito.
Jiménez, et al., (2005), con el
suministro diario de 3 kg/vaca de bloques multinutricionales (Tabla No. 1),
obtuvieron incrementos importantes en la producción de leche comparadas con las
vacas del grupo testigo.
Tabla No. 1. Composición de los
suplementos formulados
Materias primas
|
Suplemento A (g)
|
Suplemento B (g)
|
Fruto de samán
|
534,4
|
364,5
|
Fruto de trupillo
|
267,6
|
100,0
|
Fruto de orejero
|
66,7
|
-
|
Hojas de matarratón
|
-
|
150,0
|
Semilla de algodón
|
-
|
226,5
|
Harina de yuca
|
40.0
|
68,0
|
Melaza
|
53,6
|
37,5
|
Úrea
|
26,8
|
10,0
|
Azufre
|
10,0
|
10,0
|
Sal mineralizada
|
10,9
|
21,0
|
Cal agrícola
|
50,0
|
21,0
|
Es extenso el registro de resultados de ganancias de peso y producción
de leche obtenida con el suministro de follaje de plantas arbóreas y arbustivas
en bovinos, principalmente de leucaena, por ser una de las especies más
estudiadas en el mundo. Los incrementos de ganancias de peso en el Caribe seco
de novillos en pastoreo de gramíneas asociadas con leucaena variaron desde 16,2
a 46,4 por ciento comparados con gramíneas solas; en banco de proteína, la
leucaena pastorada entre 6 a
12 horas diarias incrementa la ganancia de peso hasta un 70 por ciento con
respecto de un testigo de solo gramínea.
En producción de leche/vaca/día, se han obtenido incrementos hasta del 40
por ciento con el pastoreo de potreros de gramíneas asociadas con leucaena en
relación con vacas lactantes en potreros de gramíneas solas.
Consideraciones finales
Muchas plantas arbóreas y arbustivas contienen cantidades significativas
de nutrientes (proteína, energía, minerales y vitaminas), producen una suma importante
de forraje, son consumidas por los bovinos, son tolerantes al pastoreo o al
corte, por esta razón se pueden utilizar como forraje para bovinos con el
objetivo de mejorar la producción de carne y leche en sistemas ganaderos de doble
propósito. El follaje y los frutos pueden formar parte de suplementos
alimenticios que al suministrarse mejoran la producción animal.
BIBLIOGRAFÍA
García, R. 1986. Banco de
proteína. En: Anaís do congresso Brasileiro de pastagens´86 y simpósio sobre
manejo do pastagem. Editores: Mendes, S. A.; De Moura, J.C; Pedroso, V. FEALQ.
Piracicaba. P 79-99
Gonzáles, E., Cáceres, O. 2010.
Valor nutritivo de árboles, arbustos y otras plantas forrajeras para los
rumiantes. En: Morera un nuevo forraje para la alimentación del ganado.
Compiladora: Milera, M. p 157 – 163.
Jiménez, H., Arreaza, L.,
Roncallo, B., Barros, J., Rodríguez, G. 2005. Suplementos nutricionales para
bovinos elaborados a partir de frutos de árboles para afrontar períodos de
sequía en la Región Caribe. Corpoica-MADR. 20 p
Kichel, A. N., Bungenstab, D. J.,
Zimmer, A.H., Oliveira, S. C., De Almeida, R.G. 2012. Sistemas de integracao
lavoura-pecuaria-floresta e o progresso do setor agropecuário brasileiro. En: Sistemas
de integracao lavoura-pecuária-floresta: a producao sustentavel. Editor
Bungenstab, 2a edicao. Embrapa. Brasilia. P 1-9
Roncallo, B., Abadía, B., Barros,
J., Romero, M., Avila, E., Anzola, H. 1997. Plantas arbóreas, arbustivas y de
cobertura consumidas por rumiantes menores en La Guajira colombiana. Boletín de
investigación. Corpoica. Valledupar. 86p