lunes, 22 de julio de 2013

Energía eléctrica generada a partir de residuos ganaderos



Julieth Velandia García
Departamento comunicaciones Asocebú

Con la aplicación de tecnologías y tratamientos amigables con el medio ambiente, se evidencia la optimización de los residuos y desechos  generados por el sector ganadero, hasta el punto de crear energía eléctrica  aprovechable en forma eficiente y rentable para la empresa ganadera.

Los residuos ganaderos se originan como consecuencia de la agrupación de especies animales al servicio del hombre con el propósito de aprovechar sus productos. Durante los últimos años, se ha presentado un incremento de las explotaciones intensivas frente a las extensivas, siendo las intensivas responsables de generar una elevada carga contaminante de forma muy concentrada.

Las características de estos residuos son diferentes según la especie ganadera que los genere: bovino (diferenciándose, así mismo, los de terneros de carnicería, vacas lecheras y terneros de cría), porcino, avícola, ovino, entre otros. En las características de los residuos y, por ende, en su tratamiento, también influyen las características de la explotación ganadera, como la cama (paja, arena o estabulación).

Uno de los usos más interesantes del biogás es la generación de electricidad, pues se ahorra entre un  40 y 60 por ciento de los costos, con respecto de la proveniente del sistema interconectado.

El aprovechamiento de estos residuos será distinto según sus características. En este caso, los residuos forestales y ganaderos poseen un elevado poder calorífico y un grado de humedad relativamente bajo, lo que permite su incineración con recuperación de energía, su gasificación o pirolisis. Además, requieren de tratamientos bioquímicos orientados a la producción de biogás y generación de abono orgánico por su alta concentración de humedad.

Composición
La actividad ganadera produce residuos, principalmente, las deyecciones de los animales que en función de la duración y las condiciones de almacenamiento se pueden distinguir entre residuos en forma sólida (estiércoles) y líquida (purines). El estiércol es la mezcla de los excrementos sólidos y líquidos de los animales con otros aportados por el medio como la paja que forma las camas del ganado, siendo, por tanto, el residuo presente en las explotaciones con cama.

Este se debe almacenar en estercoleros adecuados con recogida de lixiviados. Y el purín es el estiércol licuado, ya que contiene el agua a presión que se emplea, también, como sistema de limpieza en los establos de las explotaciones intensivas, en las que debe existir un correcto sistema de evacuación del purín, que, finalmente, es almacenado en fosas.

El purín es un material no estéril, generalmente básico y bastante salino. Posee importantes cantidades de hidratos de carbono, lípidos, aminoácidos, proteínas, urea y compuestos azufrados, así como contenidos elevados de nitrógeno, fósforo, potasio, calcio, magnesio y sodio. También contiene micronutrientes como hierro, cinc, cobre y manganeso, a la vez cantidades de elementos tóxicos como cadmio, plomo, arsénico o mercurio.

No obstante, su composición y la concentración de sus constituyentes, son muy variables, ya que dependen de diversos factores entre los que se encuentran la raza, el estado fisiológico, el tamaño de los animales, la dieta a la que son sometidos, el tiempo y el tipo de almacenamiento, la cantidad de agua implementada para la limpieza y la época del año.

En lo que respecta al ganado vacuno, en la Tabla No. 4, se muestran los valores de algunos parámetros de la composición media en purín vacuno:


Problemática
Con las primeras explotaciones ganaderas se garantizaba un equilibrio entre la agricultura y la ganadería, es decir, el número de animales de cada explotación iba condicionado por la superficie del terreno que permitía obtener una producción suficiente para alimentar el ganado, de modo que el estiércol producido era perfectamente absorbido por las tierras de la explotación. 

Los excrementos de los hatos ganaderos no se habían tenido en cuenta, ya que la solución rápida e inmediata para su eliminación era, y sigue siendo, su vertido al campo más cercano a los corrales que albergan los animales. Esta práctica ha sido y es correcta, si se tiene en cuenta la cantidad de purín vertido, el tipo de tierra y el destino agrícola que se le quiera dar a esta.



Es importante hacer un manejo eficiente en las fincas de los residuos ganaderos, adoptando modelos autosuficientes, que generen rentabilidad a las empresas ganaderas y, sobre todo, amigables con el medio ambiente.

Esto indica que la aplicación del purín al terreno como abono para posterior uso agrícola sin ningún tratamiento previo resulta positivo por el aporte de nutrientes (Nitrógeno, Fósforo y Potasio) a los diversos cultivos.

El problema radica, entonces, en que la concentración en número de animales ha variado, las explotaciones ganaderas intensivas en determinadas regiones está dificultando la eliminación del purín por este método tradicional, debido a que la aplicación continua de grandes volúmenes de residuos ganaderos sobre extensiones de tierra relativamente pequeñas, está causando un incremento excesivo de estos nutrientes, aparte de otro tipo de contaminantes como metales, que si bien con una dosis determinada puede resultar beneficioso, en exceso resulta perjudicial para el propio suelo y el entorno en general.

Por ello, el progresivo desarrollo de la ganadería intensiva y la disminución de la superficie agrícola ha provocado que dichos residuos pasen de ser un abono a un residuo que se debe gestionar adecuadamente, ya que un inadecuado manejo de las excretas ganaderas redunda en un grave y severo problema por su indudable impacto ambiental y de contaminación en las masas de agua, en el suelo y en la calidad atmosférica.

Julián Chará, coordinador de investigaciones del centro para la investigación en sistemas sostenibles de producción agropecuaria, Cipav, señala que “en el contexto de cambio climático actual, la ganadería es considerada una de las actividades rurales de mayor impacto, pues contribuye con el 18 por ciento de los gases de efecto invernadero en el mundo. Si bien, la mayor parte de estas emisiones corresponden al metano generado por la fermentación ruminal, el manejo inadecuado del estiércol puede también contribuir con emisiones de metano y óxido nitroso.

A nivel de los predios ganaderos, los residuos pueden ocasionar problemas como contaminación de fuentes de agua, suelos, generación de malos olores y proliferación de moscas u organismos vectores de enfermedades. En los potreros cercanos a las fuentes de agua, el depósito de estiércol por el ganado y la destrucción de los bosques aledaños a los riachuelos y nacimientos generan un creciente deterioro en la calidad del agua”.

Manejo adecuado y uso eficiente
Lo anterior ha llevado al planteamiento de diversos sistemas, métodos y tecnologías para el tratamiento, uso eficiente y reciclaje de los residuos ganaderos, adoptando modelos autosuficientes, que generen rentabilidad a las empresas ganaderas y, sobre todo, amigables con el medio ambiente, lo cual genera valor agregado y productividad al sector. A continuación se presentan algunos de ellos:

·         Uso de materias primas no convencionales para la alimentación
Como se mencionó anteriormente, la necesidad de incrementar la producción de alimentos de origen animal ha llevado a modificar los tradicionales sistemas de producción extensiva hacia sistemas más intensivos, particularmente, en producción de carne, apareciendo los sistemas de engorde a corral o feedlot.

Si consideramos que el costo de alimentación representa del 60 al 70 por ciento de los costos totales de producción, cualquier variación en este rubro incide fuertemente en la eficiencia productiva. Así, el incremento en el costo de concentrados tradicionales ha orientado la utilización de desechos y subproductos agroindustriales como recursos para la alimentación de rumiantes, solucionando así dos problemas: el costo de la ración y la contaminación ambiental provocada por problemas en la eliminación de tales productos.

La utilización de este tipo de insumos conlleva a desarrollar un proceso de investigación de las características nutricionales de dichos alimentos y de la respuesta animal a estos, con el fin de realizar sugerencias de utilización con una base nutricional que permita obtener una buena productividad animal, ya que se ha evidenciado el problema del bajo consumo voluntario de estos suministros y el de índole sanitario (contaminación bacteriana), sugiriéndose una serie de procesos para optimizar su calidad nutritiva y sanitaria.

·         Producción de Lombricompuesto
Julián Chara también hace la invitación a tratar los residuos sólidos con el material orgánico que puede ser procesado a través del uso de la lombriz roja (Eiseniafoetida). “Esta crece muy bien en el estiércol bovino y lo procesa hasta generar un material orgánico estable con una mayor disponibilidad de macro y micronutrientes y cargado de microorganismos benéficos que contribuyen a la mejora del suelo”.
 Estiércol bovino y residuos de cama transportados para la producción de lombricompuesto. (Reserva Natural Pozo Verde. Jamundí (Valle). Por Julián Chará.

Producción de lombricompost a partir de estiércol bovino. (Reserva Natural Pozo Verde. Jamundí (Valle). Por Julián Chará.

El proceso de producción de lombriz requiere de una alimentación constante en capas delgadas sobre las pilas y tiene la ventaja de que no necesita mezclado constante, pues las lombrices se encargan de mantener la aireación del material.

·         Separación Sólido - Líquido
Separar los residuos sólidos frescos en suspensión de los purines, es el primer paso a llevar a cabo en cualquier tratamiento diseñado para reducir la carga contaminante, prolongar la vida de los depósitos, mejorar la eficacia biológica del tratamiento y minimizar el impacto ambiental. Los tipos de separación sólido -  líquido pueden ser de naturaleza mecánica, como tamices, filtros y rejillas, y por decantación como balsas, fosas y decantadores circulares.

Este tipo de tratamiento primario se puede instalar como un pretratamiento en el que se reduce una parte importante de la contaminación para luego pasar a las siguientes fases de depuración, pero también se puede instaurar como método único, ya que es relativamente sencillo y económico, si el grado exigido no requiere de una depuración más completa con otros tratamientos más complejos.

·          
·         Depuración Biológica
Este procedimiento consiste en el desarrollo de una fauna bacteriana, en un medio aerobio o anaerobio, que se encarga de disminuir y asimilar los distintos parámetros contaminantes que contiene el purín. Este método puede conseguir reducciones en los parámetros contaminantes mayores al 90 por ciento. Los tipos de depuración biológica se pueden realizar por vía aerobia, como aireación en tanques o balsas, filtros biológicos o lechos de turba, o anaerobia por medio de digestores, balsas anaerobias, o balsas de digestión anaerobia potenciadas.

·         Biodigestores
Un elemento adicional que recomienda Chara, es el aprovechamiento de los residuos líquidos mediante la utilización de biodigestores, “en términos generales es un compartimiento hermético en el cual se fermenta la materia orgánica en ausencia de oxígeno. Como fruto de este proceso se obtiene un gas combustible que posee aproximadamente 66 por ciento de metano y 33 por ciento de bióxido de carbono”.

Biodigestor plástico de 120 metros cúbicos usado para la generación de biogás a partir de aguas residuales pecuarias. (foto Julián Chará)

Añade que las principales ventajas de adoptar este sistema se resumen en:
§  Generación de energía que puede ser empleada para remplazar combustibles en motores, para la cocción de alimentos, o para la calefacción de instalaciones.
§  Protección del ambiente por reducción de la carga contaminante de los residuos.
§  Producción de un excelente abono, pues los nutrientes presentes en los residuos no se afectan.
§  Su manejo es sencillo y no requiere de mantenimiento sofisticado.
§  El área necesaria para el procesamiento de la excreta es menor si se compara con los sistemas de tratamiento aeróbicos como las lagunas de oxidación.
§  El costo es relativamente bajo para algunos materiales y se puede recuperar la inversión gracias a que se economiza en la compra de otras fuentes de energía y de abonos.

·         Compostaje
Este método consiste en la mezcla del purín con paja, tierra y otros productos sólidos, de forma que se obtiene un estiércol sólido apto para ser transportado y aplicado como fertilizante, que también se puede utilizar para enriquecer terrenos pobres en materia orgánica con el fin de aportar esos nutrientes de los que carece, favoreciendo el desarrollo de algunos tipos de cultivos que de otra manera no podrían surgir.

Básicamente, lo que se busca es contemplar el purín como una materia secundaria valorizable, generadora de otros ingresos (aprovechando las fracciones generadas): líquido para riego, limpieza o vertido controlado a cauces públicos; sólidos, para la fabricación de compost o fertilizantes orgánicos, además de la concentración por vía anaeróbica para la cogeneración termoeléctrica partiendo del biogás producido.

Generalmente, todos los compuestos orgánicos de desechos están en capacidad de degradarse por medio del proceso de digestión anaerobia, generando como resultado biogás.

Usos e importancia del biogás
Este puede remplazar el gas natural en cualquier equipo accionado mediante este combustible, entre los cuales se encuentran estufas, calentadores de agua, aparatos de calefacción, lámparas y motores de combustión interna.

Así se ha podido determinar, a través de experiencias reales, que la manera más eficiente para utilizar el biogás es a través de los equipos para producir calor, los cuales presentan una eficiencia en su funcionamiento de hasta el 70 por ciento.

En este aspecto, el Coordinador de Investigaciones del Cipav destaca que uno de los usos más interesantes del biogás es la generación de electricidad, pues se ahorra entre un  40 y 60 por ciento de los costos, con respecto de la proveniente del sistema interconectado. Hoy se consiguen en el mercado plantas eléctricas adaptadas para el funcionamiento con biogás. También se pueden adecuar motores existentes para que funcionen total o parcialmente con biogás, el cual  puede remplazar hasta un 70 por ciento del diesel y el ciento por ciento de la gasolina en motores”.

Un ejemplo claro y evidente de lo anterior aplicando una mayor tecnología , lo desarrolla la empresa Abantia, con presencia internacional, la cual se destaca por ser líder e integral en soluciones y procesos de ingeniería aplicada, enfocados en la instalación, montaje, mantenimiento y construcción de proyectos <llave en mano> sostenibles y favorables con el medio ambiente. Abantia se fundó en 1944 como una empresa especializada en instalaciones eléctricas y frío. A partir de ese momento ha ido creciendo y sigue potenciando su expansión con la apertura de una nueva filial en Bogotá.

 Planta de tratamiento de purines SAVA- Sistema  evaporación de JUNEDA II – Lleida (España)

En palabras de Francisco Boada, presidente del grupo Abantia, “la inversión en Colombia obedece a una decisión estratégica, por ser este país potencia en Latinoamérica porque ofrece grandes oportunidades de negocio <llave en mano>. Este modelo de negocio se basa en la complementariedad de conocimientos, en la transmisión tecnológica con los profesionales locales, de tal forma que se fomente el trabajo en las zonas rurales. Los éxitos en Colombia nos vendrán de la mano con la conjunta colaboración de socios locales, ofreciéndoles soluciones integrales y valor añadido en su ámbito de actividad”.

Las plantas de tratamiento de purines. Incorporan una unidad de biodigestión anaerobia .

Hace algunos años, Abantia enfocó sus esfuerzos para buscar una solución técnica, económica y medioambientalmente viable para el tratamiento y reducción de los excedentes de purines de cerdo (residuos altamente contaminantes) y ganado bovino en zonas vulnerables.

La respuesta tecnológica al problema de los purines excedentes fue el proceso denominado Valpurén, que reúne la máxima calidad ambiental, potencializando al tope la eficiencia energética.

Las plantas de tratamiento de purines realizadas con este proceso incorporan una unidad de biodigestión anaerobia, con un tiempo de residencia de 18 días, que les proporciona una característica diferencial significativa desde los puntos de vista energético y ambiental.

El proceso Valpurén, desarrollado y patentado por Abantia, está implantado a nivel industrial, con resultados probados, tanto en producción de electricidad como en capacidad de tratamiento de las plantas.
La unidad auxiliar de cogeneración dispone de motores alternativos de alta eficiencia a gas natural y biogás que proporcionan la energía necesaria al proceso. La energía térmica generada en los motores se aprovecha en las etapas de concentración y secado, la energía eléctrica excedente, después del autoconsumo, se exporta a la red.

Francisco Palazón, country mánager para Colombia de Abantia, le manifestó a la revista EL CEBÚ que “una planta de este nivel mide alrededor de 200 a 300mts, con una inversión aproximada de 25 a 30 millones de dólares”.

En cuando a la trayectoria y experiencia que Abantia ha tenido en este proyecto específicamente, Palazón señaló: “tenemos cinco plantas funcionando en España y en estas plantas nosotros somos promotores e inversionistas conjuntamente con los ganaderos, que es el secreto de este tipo de proyectos; hay que implicar a los propietarios y trabajadores del sector en todo el proceso, desde el suministro de las materias primas hasta la puesta marcha y funcionamiento de la planta eléctrica”. Lógicamente, enfatiza Francisco Palazón: “nosotros participaríamos en la conducción de este negocio por varios años, formaríamos parte de esa sociedad, colaborándoles a las compañías colombianas, complementando los conocimientos y las tecnologías, en definitiva, sería una sociedad a riesgo compartido. Estos proyectos se basan en la concentración de ganaderos de la zona para que sean rentables”.

En lo que respecta a los beneficios medioambientales y económicos Palazón considera que indudablemente son infinitos, son procedimientos que no contaminan, terrenos que quedarían en pocos años no aptos para la agricultura, seguirían siendo útiles, además se enriquecen con el último subproducto, el compostaje. En cuanto a beneficios económicos, es importante resaltar que es una planta autosuficiente, se abastece de los propios residuos y vende el excedente eléctrico a la red conectada.

Piensen en el futuro, tenemos que dejar un mundo mejor que el que hemos recibido”, es el consejo que Francisco Palazón les da a todos los ganaderos del país y el planeta en general. 


BIBLIOGRAFÍA
Fundación para la Investigación y el Desarrollo Ambiental- FIDA- http://www.fida.es:8001/fida/VisNot?id=10dbda16c8bf75546f39f55561fbbbc
LÓPEZ, C.*; MENDIETA, C.A.; LÓPEZ, A.; PÉREZ S.O, I Simposio Iberoamericano de Ingeniería de Residuos, 2008.

HERNÁNDEZ LEHMANN Aurelio, Modelización de procesos biológicos para la eliminación de residuos ganaderos, teniendo en cuenta sus condiciones especiales, 2004.

Pedraza G.X,  Chará J., Conde N y Giraldo L. 2006. Biodigestores plásticos de flujo continuo para descontaminación productiva del agua. En: 75 Maneras de generar conocimiento en Colombia. Colciencias:  pp 112-113. ISBN 958-8290-13-9.

Pérez R. E. 2008. El lado oscuro de la ganadería. Revista Latinoamericana de Economía. Problemas del Desarrollo. Vol. 39. Núm 154. Jul-sep: 217-227.
Steinfeld H, Gerber P, Wassenaar T, Castel V, Rosales M y De Haan C. 2009. La larga sombra del ganado (versión en español). FAO-LEAD. 465 pp. ISBN 978-92-5-305571-5
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Agradecimientos: Julián Chará O., Coordinador de Investigaciones Centro para la Investigación en Sistemas Sostenibles de Producción Agropecuaria, CIPAV; Gloria Ximena Pedraza, Investigadora Área de Sistemas Acuáticos CIPAV ; Francisco Palazón- ABANTIA,
Country Manager para Colombia y Juan Eduardo Prada, INFORPRESS, Consultor Senior.






jueves, 18 de julio de 2013

Sistemas Silvopastoriles (SSP): un aporte de la ganadería moderna al calentamiento global


Fabian Daza Ariza
Director Ejecutivo
FUNDALIANZA

Los Sistemas Silvopastoriles incluyen el uso de todo tipo de árboles frutales y de sombrío que se encuentren ya establecidos en los potreros

Los Sistemas Silvopastoriles son una modalidad de agroforestería pecuaria, que combina los pastos para ganadería con árboles y arbustos. Estos sistemas contribuyen al desarrollo de una actividad pecuaria sostenible y ambientalmente amigable, con una mejora de vida de los productores. Enrique Murgueitio R.


Antecedentes

·         La revolución verde, propuesta en los años 60 por Norman Borlaug, premio Nobel de Agricultura en 1970, promovió la tumba y quema indiscriminada de nuestros bosques para darle paso a la mecanización para la producción agroalimentaria y así los predios sometidos a un consistente “ordeño”, vieron disminuir su capa vegetal y su materia orgánica, degradando los suelos hasta dejarlos casi sin vida.

·         Luego el uso de los suelos en ganadería extensiva llegaron a acrecentar el problema. Esta práctica, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), es una de las principales actividades responsables de los graves problemas medioambientales de mayor afectación en nuestros días: el calentamiento global, la degradación del suelo y del recurso hídrico.

·         La Encuesta Nacional Agropecuaria del DANE estima que el 76 por ciento del país se encuentra dedicado a sistemas de pastoreo extensivo. Este ecosistema está sometido a fuertes variaciones climáticas que impactan negativamente en la actividad ganadera y son responsable de sus mayores ineficiencias.

·         La región del Caribe se considera una de las más amenazadas del país en el marco de la Convención de las Naciones Unidas sobre desertificación, además, las prácticas ganaderas tradicionales contribuyen a la deforestación y al avance de los desiertos.

·         La conservación y restauración del bosque seco tropical es una prioridad internacional cuya área en el trópico bajo está ocupada, principalmente, por potreros sobrepastoreados en ganadería extensiva de baja productividad o ha venido siendo intervenida en explotaciones mineras a cielo abierto.

En otras palabras, los fuertes embates del cambio climático y el problema de una tecnología desadaptada, se convierten en el principal obstáculo a la hora de generar cualquier alternativa en planificación del establecimiento de praderas, siembras y recolección de forrajes. Es donde nuestros sistemas productivos exhiben una baja eficiencia, que se ha traducido en altos costos de producción y, consecuentemente, en rentabilidades marginales.

Según el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, los indicadores promedio de productividad en el país son muy bajos: 0,6 animales por hectárea, 50 por ciento de natalidad, lactancia de 800 litros o menos por año en el trópico bajo, adicionalmente, en la época seca, la reproducción del ganado se reduce en más del 50 por ciento, no hay incrementos de peso en los animales y un porcentaje importante padece estrés nutricional y calórico, condición que lo hace susceptible a enfermedades parasitarias e infecciosas.
  
La reconversión hacia los SSP

Por las razones antes anotadas urge transformar la actividad ganadera en enfoques de mayor competitividad y sostenibilidad ambiental en el trópico.  Una de las mejores alternativas para su reconversión se encuentra en los Sistemas Silvopastoriles (SSP), que entre otras cualidades exhibe condiciones biofísicas, financieras, sanitarias y de calidad, que no solo hacen viable el esquema, sino altamente conveniente.

 Es urgente transformar la actividad ganadera en enfoques de mayor competitividad y sostenibilidad ambiental en el trópico


La primera actividad para salir de la ganadería tradicional, basada en cercas muertas que no solo afectan los bosques, sino que además requieren de una inversión de 6 millones de pesos por cada kilómetro, es la de combinar la tecnología de la cerca eléctrica con la de las cercas vivas, donde se armoniza eficientemente las cortinas rompevientos con los sistemas de rotación para el pastoreo. 

Pero el salto grande hacia Sistemas Silvopastoriles incluye el uso de todo tipo de árboles frutales y de sombrío que se encuentren ya establecidos en los potreros, con las especies forestales que demanda la industria de las maderas cultivadas; asociada a ello, la implantación de arbustos para ramoneo como el botón de oro y la leucaena, entre otros y las pasturas mejoradas, que permite generar una eficiente y abundante oferta de forraje verde de buena calidad durante todo el año, ofrece sombrío y se obtienen importantes ganancias diarias de peso por animal y altos rendimientos en la producción de leche, todo ello, gracias, entre otras, a la reducción del estrés calórico en los animales.

No menos importante es que el arreglo en su integralidad minimiza el efecto desecante de los vientos, permite la generación de otros bienes de origen forestal sin detrimentos de la producción ganadera, como la producción de madera y además promueve la biodiversidad y regula el régimen hídrico y captura carbono.

Aunque desde hace más de dos décadas se han investigado estos Sistemas, en varios países de América Latina y Australia, las densidades de árboles y arbustos han sido bajas y los resultados obtenidos son interesantes, pero el gran paso es el uso de una mayor densidad de árboles y arbustos forrajeros, que bien manejados representan mayores beneficios ganaderos y ambientales.


 La implantación de arbustos para ramoneo como el botón de oro y la leucaena, entre otros y las pasturas mejoradas, permite generar una eficiente y abundante oferta de forraje verde de buena calidad durante todo el año

Primeros efectos demostrativos en la Costa Atlántica

Fundalianza adelanta un macroproyecto que en 2009, en su fase inicial, desarrolló las primeras 2.500 hectáreas en Sistemas Silvopastoriles, en una veintena de municipios en los departamentos del Cesar y La Guajira, en la Costa Caribe, con un grueso grupo de pequeños y medianos productores, evidenciándose importantes mejoras en rentabilidad de la actividad ganadera.

En San Diego, Cesar, en el predio Rancho Alegre, la Fundación erigió un Sistema Silvopastoril Intensivo en tres estratos productivos con guineas nativas, estrella del áfrica y tanzania, asociadas con leucaena y botón de oro  y un tercer piso de árboles de mangos, algarrobillos y eucaliptos, con excelentes rendimientos.

El monitoreo de las temperaturas en algunos predios en el Cesar en la época más seca del año, mostró disminuciones de temperaturas en los sistemas de hasta 10 grados Celsius, en comparación con el sistema de pasturas sin árboles. Adicionalmente, se han producido cambios en la carga por hectárea pasando de 1 animal (mal comido), a casi cuatro unidades de gran ganado (UGG) en promedio invierno-verano. Allí se usa el concepto del tercer piso, sembrando 500 árboles maderables para sombrío y a futuro abastecer la industria maderera.

Los Sistemas Silvopastoriles permiten generar depósitos de carbono, con una importante mejora en la rentabilidad de las explotaciones. Hoy se han convertido en el centro de atención de organismos internacionales, que buscan combinar el paisaje productivo con las funciones de los bosques naturales, para generar servicios ambientales que permitan enfrentar el calentamiento climático, a partir de los cambios tecnológicos que supone la implementación de los pastos mejorados, árboles y arbustos en las explotaciones ganaderas.

Estos son los cambios que deben buscar los ganaderos colombianos, llamados a eliminar la fatídica dependencia que generan los sistemas de producción actuales.


martes, 9 de julio de 2013

Prácticas favorables para la conservación del agua en los hatos ganaderos



Por Julieth Velandia García
Departamento de Comunicaciones
Asocebú
  

Las nuevas tendencias de consumo conducen a la búsqueda de productos sanos y naturales, vinculados a un territorio o espacio protegido. El interés de los habitantes de la ciudad por lo natural va en aumento, impulsado por los recientes escándalos alimenticios (vacas locas, fiebre aftosa, entre otros).


La ganadería ecológica es un sistema productivo cuyo objetivo fundamental es obtener alimentos sanos de calidad, mediante la utilización óptima y racional de los recursos, respetando el medio ambiente, el bienestar animal y sin emplear sustancias químicas de síntesis.

Está íntimamente ligada a la tierra y no concibe la producción de animales sin que estos se puedan desarrollar en un espacio abierto y de forma natural, por tanto, las ganaderías intensivas, esto es, estabuladas durante todo el año, no tienen mucho sentido en la producción ecológica, a excepción de algunas de orientación láctea cuyo destino sea transformado, como los quesos.


Tres principios básicos:

1.    Conservación del medio ambiente y de nuestro entorno natural, haciendo uso de animales adaptables para que realicen un mejor aprovechamiento de los recursos naturales, controlando la carga ganadera para evitar efectos perjudiciales sobre el medio ambiente.
2.    Máximo respeto y protección a los animales evitando cualquier tipo de daño, maltrato o molestias innecesarias a lo largo de su vida, facilitándoles unas condiciones adecuadas para su desarrollo natural.
3.    Evitar el empleo de cualquier sustancia química durante el proceso productivo, tanto medicamentos para los animales como fertilizantes para el terreno, garantizando que nuestra producción no presente ningún tipo de sustancia residual.


Características

Una de las características de los sistemas de explotación de los recursos naturales respetuosos con el medio es la elevada calidad de los productos obtenidos. Además estos métodos sirven para recuperar ciertos modos de vida tradicional, fomentando el empleo, evitando la emigración y creando nuevos espacios económicos en el medio rural.


La ganadería ecológica aparece, pues, como una alternativa cada vez más realista y viable, con unas expectativas crecientes en nuestro ámbito ganadero. Promueve la diversidad de especies y razas criadas en su hábitat natural.

En cuanto al origen de los animales, es más que  recomendable apostar por las razas autóctonas, puesto que son más resistentes y se adaptan mejor a  las irregularidades del terreno y a  las condiciones climáticas que no siempre son favorables.

Además, estos animales pueden presentar una gran capacidad para aprovechar los recursos vegetales de baja calidad provocados por la escasez de lluvias, como en épocas de sequía, y obtener una buena crianza y fertilidad en esas condiciones adversas de escasez alimenticia.


Sanidad y Bienestar Animal

La utilización de técnicas simples de manejo y poco costosas, el uso de medicinas no tóxicas, junto con un trato digno al animal, permite mantener a los animales en muy buen estado, logrando, por tanto, productos de excelente calidad.

Además de desarrollar medidas sanitarias y de bienestar animal para que permanezcan sanos y dispongan de espacios óptimos a sus necesidades fisiológicas, la sanidad debe estar basada en la prevención y en el perfecto manejo de los recursos disponibles. Una elección de la raza de acuerdo con las condiciones de la explotación, una buena alimentación y alojamiento adecuado son indispensables para el estado sanitario de los animales.


El trato digno al animal, permite mantener a los animales en muy buen estado, logrando, por tanto, productos de excelente calidad.


En nuestro país existen grandes posibilidades para desarrollar este tipo de ganadería y sus productos. Muchas zonas montañosas y marginales mantienen una diversidad de especies animales y vegetales que durante siglos se han mantenido en un perfecto equilibrio ecológico.

En definitiva, se trata de desarrollar y crear nuevos espacios en el mundo rural, respetuosos con el medio ambiente y que pongan en activo recursos ociosos o infrautilizados. 

Manejo y protección del suelo

Jorge Triana Valenzuela, docente de la Universidad de La Salle y médico veterinario con MSc en gerencia ambiental y de recursos naturales, sugiere que una planeación de los riesgos ambientales es el primer paso para lograr hatos ganaderos respetuosos con el medio ambiente.
Esta planeación se debe hacer conjuntamente con el resto de actividades de la finca y no como esfuerzos aislados, ya que podrían llegar a representar ahorros importantes si se prevén, o en caso contrario se generarían gastos innecesarios.
La planeación se puede iniciar con el manejo y protección del suelo ya que es la base para mantener la productividad del sistema. Se deben tener en cuenta aspectos como la estructura física y la fertilidad del suelo. Para la primera, el aspecto más importante es la compactación del suelo, entre mayor sea esta,  la oxigenación disminuirá y la penetración de las raíces del forraje se restringirá, afectando, significativamente, la productividad de las praderas.
Por lo anterior, es importante conocer la estructura física del suelo debido a que permite llevar a cabo la planeación de prácticas de laboreo, como la renovación de praderas o ajustar la dinámica de población del hato, disminuyendo la capacidad de carga en épocas donde la susceptibilidad del suelo a la compactación es mayor. 


Es importante conocer la estructura física del suelo debido a que permite llevar a cabo la planeación de prácticas de laboreo, como la renovación de praderas o ajustar la dinámica de población del hato.

La fertilización del suelo es un segundo aspecto supremamente importante desde el punto de vista financiero y ambiental. El fertilizante es uno de los mayores gastos y, por consiguiente, el uso adecuado trae beneficios económicos, restringiendo la utilización de las cantidades necesarias y reduciendo los efectos ambientales negativos sobre el mismo suelo, agua y aire. Por esta razón, un análisis de suelos y la asesoría de un experto constituyen una muy buena inversión a la hora de mejorar productividad, aumentar la rentabilidad y disminuir el impacto ambiental de los hatos ganaderos.


Alimentación

La alimentación se basa, principalmente, en la flora salvaje del lugar de la que dependen, en gran medida, las cualidades organolépticas de los productos obtenidos; cuidando, además, de proporcionar al ganado alimentos cultivados obedeciendo a los ciclos naturales.

Está, pues, íntimamente relacionada con la agricultura ecológica, potenciando las prácticas agrícolas que fomentan la biodiversidad, respetando la vocación del suelo y adecuándolo a las plantas y animales que se han ido adaptando durante muchos años y han sabido aprovechar los recursos en un perfecto equilibrio con el ecosistema.

Lo ideal es aprovechar los pastos que tenga la finca o, si es posible, cultivar los alimentos (cereales, forrajes, entre otros) en la propia explotación.

Para la alimentación animal, el 80 por ciento, al menos, debe estar sustentada en el pastoreo porque el ganado beneficia al suelo con el aporte de estiércol. El propósito fundamental de la alimentación es asegurar una producción de calidad, cubriendo todas las necesidades nutritivas de los animales, pero sin perseguir el máximo rendimiento del ganado.

Lo ideal es aprovechar los pastos que tenga la finca o, si es posible, cultivar los alimentos (cereales, forrajes, entre otros) en la propia explotación. La utilización del pastoreo supone que los animales se desplacen de un lugar a otro, aprovechando racionalmente los recursos vegetales y, a su vez, mientras buscan alimento, van estercolando la finca, es decir, aportando materia orgánica para la regeneración natural de esos pastos.

El otro 20 por ciento de la alimentación puede ser aportado a base de piensos o concentrados que deben ser de origen ecológico, certificados y autorizados por un organismo de control.

De ser necesario comprar alimentos del exterior, interesa llegar a acuerdos con productores ecológicos de la zona que cultiven lo que se necesite y obtenerlo así a un mejor precio, puesto que los piensos ecológicos ya preparados que existen en el mercado, siguen siendo costosos.

En este rubro, Triana Valenzuela agrega que si el forraje es ofertado a los animales en el momento óptimo de digestibilidad y contenido nutricional, la producción de gases efecto invernadero principalmente metano es menor. Esto permite que las emisiones al medio ambiente disminuyan maximizando el desempeño del sistema; por un lado, mejora la nutrición de los animales incrementado productividad y por el otro, disminuye las pérdidas del sistema.
Así como en el manejo de suelos, para establecer el rango óptimo de consumo de la pradera, es aconsejable llevar a cabo un análisis bromatológico del forraje. En este caso, también es recomendable asesorarse de un experto, ya que los tiempos varían según el tipo de pasto, estacionalidad, temperatura, humedad, entre otros.
Para la producción de alimentos ecológicos de origen animal se deben considerar algunos principios fundamentales, entre ellos, el mantenimiento del equilibrio ganadería-naturaleza para evitar deterioros de suelo y vegetación provocada por el sobrepastoreo. Esto se logra adaptando la carga ganadera de manera que no se sobrepase la cantidad de estiércol que un suelo puede soportar para evitar problemas de contaminación por nitratos.

Finalmente, Triana Valenzuela enfatiza que en Colombia existen programas como las Buenas Prácticas Ganaderas (BPG) y la Producción Más Limpia (PML). Estas iniciativas traen consigo varios protocolos y herramientas que aplicadas adecuadamente, mejorarían el desempeño ambiental de los hatos ganaderos y se podría asegurar la inocuidad de la carne y leche producidos.

En síntesis, algunos ‘tips’ a considerar, según Triana, son:

·         Realizar análisis de suelos para establecer planes de fertilización, laboreo y pastoreo adecuados.
·         Establecer análisis bromatológicos de los forrajes para instaurar calidad nutricional y momentos óptimos de consumo.
·         Consultar con profesionales idóneos en el tema; ya que representa una inversión, más que un gasto.


DESTACADOS
Si el forraje es ofertado a los animales en el momento óptimo de digestibilidad y contenido nutricional, la producción de gases efecto invernadero principalmente metano es menor.
Se trata de desarrollar y crear nuevos espacios en el mundo rural, respetuosos con el medio ambiente y que pongan en activo recursos ociosos o infrautilizados.

BIBLIOGRAFÍA


La Ganadería Ecológica. Consejería de Agricultura y Pesca.

MORENO CHANTAR Marina, et-al, Manual de Ganadería Ecológica, Pág.3
Agradecimientos:
Jorge Triana Valenzuela, docente de la Universidad de La Salle y médico veterinario con MSc en gerencia ambiental y de recursos naturales.