Fabian
Daza Ariza
Director Ejecutivo
FUNDALIANZA
Los Sistemas Silvopastoriles incluyen el uso de todo tipo de árboles frutales y de sombrío que se encuentren ya establecidos en los potreros
Los Sistemas
Silvopastoriles son una modalidad de agroforestería pecuaria, que combina los
pastos para ganadería con árboles y arbustos. Estos sistemas contribuyen al
desarrollo de una actividad pecuaria sostenible y ambientalmente amigable, con
una mejora de vida de los productores. Enrique
Murgueitio R.
Antecedentes
·
La
revolución verde, propuesta en los años 60 por Norman Borlaug, premio Nobel de
Agricultura en 1970, promovió la tumba y quema indiscriminada de nuestros
bosques para darle paso a la mecanización para la producción agroalimentaria y así
los predios sometidos a un consistente “ordeño”, vieron disminuir su capa
vegetal y su materia orgánica, degradando los suelos hasta dejarlos casi sin
vida.
·
Luego el uso de los suelos en ganadería extensiva
llegaron a acrecentar el problema. Esta práctica,
según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la
Alimentación (FAO), es una de las principales actividades responsables de los
graves problemas medioambientales de mayor afectación en
nuestros días: el calentamiento global, la degradación del suelo y del recurso
hídrico.
·
La Encuesta Nacional Agropecuaria del DANE estima que el
76 por ciento del país se encuentra dedicado a sistemas de pastoreo extensivo.
Este ecosistema está sometido a fuertes variaciones climáticas que impactan
negativamente en la actividad ganadera y son responsable de sus mayores
ineficiencias.
·
La región del Caribe se considera una de las
más amenazadas del país en el marco de la Convención de las Naciones Unidas
sobre desertificación, además, las prácticas ganaderas tradicionales contribuyen
a la deforestación y al avance de los desiertos.
·
La conservación y restauración del bosque seco
tropical es una prioridad internacional cuya área en el trópico bajo está
ocupada, principalmente, por potreros sobrepastoreados en ganadería extensiva
de baja productividad o ha venido siendo intervenida en explotaciones mineras a
cielo abierto.
En otras palabras,
los fuertes embates del cambio climático y el problema de una tecnología
desadaptada, se convierten en el principal obstáculo a la hora de generar
cualquier alternativa en planificación del establecimiento de praderas,
siembras y recolección de forrajes. Es donde nuestros sistemas productivos
exhiben una baja eficiencia, que se ha traducido en altos costos de producción
y, consecuentemente, en rentabilidades marginales.
Según el
Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, los indicadores promedio de
productividad en el país son muy bajos: 0,6 animales por hectárea, 50 por
ciento de natalidad, lactancia de 800 litros o menos por año en el trópico bajo, adicionalmente,
en la época seca, la reproducción del ganado se reduce en más del 50 por ciento,
no hay incrementos de peso en los animales y un porcentaje importante padece
estrés nutricional y calórico, condición que lo hace susceptible a enfermedades
parasitarias e infecciosas.
La reconversión hacia los SSP
Por las razones antes
anotadas urge transformar la actividad ganadera en enfoques de mayor
competitividad y sostenibilidad ambiental en el trópico. Una de las mejores alternativas para su
reconversión se encuentra en los Sistemas Silvopastoriles (SSP), que entre
otras cualidades exhibe condiciones biofísicas, financieras, sanitarias y de
calidad, que no solo hacen viable el esquema, sino altamente conveniente.
Es urgente transformar la actividad ganadera en enfoques de
mayor competitividad y sostenibilidad ambiental en el trópico
La primera
actividad para salir de la ganadería tradicional, basada en cercas muertas que
no solo afectan los bosques, sino que además requieren de una inversión de 6
millones de pesos por cada kilómetro, es la de combinar la tecnología de la
cerca eléctrica con la de las cercas vivas, donde se armoniza eficientemente
las cortinas rompevientos con los sistemas de rotación para el pastoreo.
Pero el salto
grande hacia Sistemas Silvopastoriles incluye el uso de todo tipo de árboles
frutales y de sombrío que se encuentren ya establecidos en los potreros, con
las especies forestales que demanda la industria de las maderas cultivadas; asociada
a ello, la implantación de arbustos para ramoneo como el botón de oro y la leucaena,
entre otros y las pasturas mejoradas, que permite generar una eficiente y
abundante oferta de forraje verde de buena calidad durante todo el año, ofrece
sombrío y se obtienen importantes ganancias diarias de peso por animal y altos
rendimientos en la producción de leche, todo ello, gracias, entre otras, a la
reducción del estrés calórico en los animales.
No menos
importante es que el arreglo en su integralidad minimiza el efecto desecante de
los vientos, permite la generación de otros bienes de origen forestal sin
detrimentos de la producción ganadera, como la producción de madera y además promueve
la biodiversidad y regula el régimen hídrico y captura carbono.
Aunque desde hace
más de dos décadas se han investigado estos Sistemas, en varios países de
América Latina y Australia, las densidades de árboles y arbustos han sido bajas
y los resultados obtenidos son interesantes, pero el gran paso es el uso de una
mayor densidad de árboles y arbustos forrajeros, que bien manejados representan
mayores beneficios ganaderos y ambientales.
La implantación de arbustos para ramoneo como el
botón de oro y la leucaena, entre otros y las pasturas mejoradas, permite
generar una eficiente y abundante oferta de forraje verde de buena calidad
durante todo el año
Primeros efectos demostrativos en la Costa Atlántica
Fundalianza
adelanta un macroproyecto que en 2009, en su fase inicial, desarrolló las
primeras 2.500 hectáreas en Sistemas Silvopastoriles, en una veintena de
municipios en los departamentos del Cesar y La Guajira, en la Costa Caribe, con
un grueso grupo de pequeños y medianos productores, evidenciándose importantes mejoras
en rentabilidad de la actividad ganadera.
En San Diego,
Cesar, en el predio Rancho Alegre, la Fundación erigió un Sistema Silvopastoril
Intensivo en tres estratos productivos con guineas nativas, estrella del áfrica
y tanzania, asociadas con leucaena y botón de oro y un tercer piso de árboles de mangos,
algarrobillos y eucaliptos, con excelentes rendimientos.
El monitoreo de las
temperaturas en algunos predios en el Cesar en la época más seca del año, mostró
disminuciones de temperaturas en los sistemas de hasta 10 grados Celsius, en
comparación con el sistema de pasturas sin árboles. Adicionalmente, se han producido
cambios en la carga por hectárea pasando de 1 animal (mal comido), a casi cuatro
unidades de gran ganado (UGG) en promedio invierno-verano. Allí se usa el
concepto del tercer piso, sembrando 500 árboles maderables para sombrío y a futuro
abastecer la industria maderera.
Los Sistemas Silvopastoriles
permiten generar depósitos de carbono, con una importante mejora en la
rentabilidad de las explotaciones. Hoy se han convertido en el centro de
atención de organismos internacionales, que buscan combinar el paisaje
productivo con las funciones de los bosques naturales, para generar servicios
ambientales que permitan enfrentar el calentamiento climático, a partir de los
cambios tecnológicos que supone la implementación de los pastos mejorados, árboles
y arbustos en las explotaciones ganaderas.
Estos son los
cambios que deben buscar los ganaderos colombianos, llamados a eliminar la
fatídica dependencia que generan los sistemas de producción actuales.
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