martes, 16 de abril de 2013

La sequía: amenaza constante para la ganadería




Nota de la dirección: La grave situación que afronta el país con el impacto del Fenómeno del Niño está afectando en forma importante la ganadería nacional. Las cifras ya hablan de miles de animales muertos por falta de alimento. Escasea el agua y las altas temperaturas secaron los pastos. El ingeniero Jairo Pérez R. nos brinda una serie de valiosas recomendaciones para estos casos.

Foto  Jairo Pérez Ricardo
Ingeniero químico. Especialización profesionalen medio ambiente
jperezquim@yahoo.es                          

A través de los tiempos, lo que le pasa al ganado ha pesado mucho en los seres humanos, desde las bíblicas sequías del antiguo Egipto, que hacían temblar a los faraones, hasta las actuales amenazas del cambio climático, la deforestación, el metano de los eructos en los cielos y las complejas coyunturas económicas, que casi siempre nos afectan, pero entendemos poco y poco podemos hacer para resolverlas, desde nuestro cotidiano actuar, a menos que consultemos a muchas personas, actuemos en grupo, y con esa base, interpretemos correctamente las diversas variables de nuestros actuales problemas.
El pasto de las praderas, natural o establecido, es según los más destacados zootecnistas,  veterinarios  y economistas, el recurso natural más adecuado y sostenible, ambiental y  económicamente, para  alimento de los rumiantes. Estos maravillosos y adaptados animales, máquinas biológicas de hacer proteínas de calidad,  constituyen el potencial que ha contribuido -entre otros logros vitales- al sano alimento de los hombres, desde los comienzos de la moderna civilización. Esto será así, hasta tanto no se inventen otros artificios mecano - químicos, para fabricar de forma costo efectiva, carne, leche y pieles, lo cual está lejos aún, por razones tecnológicas y ambientales.
Las sequías disminuyen hasta en un ciento por ciento la producción de leche y carne, matando muchos animales especialmente en los grandes hatos de las sabanas de Sucre y Córdoba. Las zonas costaneras del Caribe, las sabanas de Astrea, Camperucho, el Diluvio y Chimichagua, en el Cesar, son muy sensibles a las sequías por su déficit hídrico. En el Magdalena son cada día mas graves las sequías en las tierras altas de Pivijay, Fundación y Zapayán. Los ganaderos de Colombia dejarán de percibir millones de dólares como consecuencia directa de los efectos de la actual sequía.

El ganado se ve bastante afectado por estos periodos de cambios de clima. 

Ciclos naturales y el ganado
El pasto se produce por ciclos naturales que están relacionados con los de las lluvias, claramente definidos en nuestras condiciones tropicales, a las cuales nos referiremos con prioridad en este artículo. Generalmente, en los trópicos hay una estación de lluvias, seguida de una época de estiaje o sequía.  Durante la época de lluvias el pasto crece abundante (hasta desperdiciarse en la mayoría de los casos) y los rumiantes engordan y se reproducen, con lo cual producen leche y aumentan su número y peso, acumulando reservas para la época de sequía.
Entonces, el hombre ha aprovechado este comportamiento de la naturaleza y las adaptaciones evolutivas de los rumiantes a ese comportamiento natural, para su beneficio y debe seguir perfeccionando, cada día, ese conocimiento de la ecología del ganado, de las particularidades de las diferentes especies de rumiantes,con más precisión para poder seguir criando ganado en las cambiantes situaciones actuales, con la amenaza de sequías crecientes, invernadas imprevistas y generalmente desórdenes climáticos de origen antrópico o natural como los que vivimos hoy.

Guardar en la abundancia

 Stephan Shampel, un ganadero que vive en Barranquilla y que es lo que se podría llamar de última generación, confesó recientemente, lo que ahora puede ser una gran verdad y que no se ha escuchado ni en las universidades. “Mi método en ganadería es sencillo, es el método de la ardilla, animal milenario y sabio al cual su adaptación a los ciclos de abundancia y escasez de la naturaleza le enseñaron a guardar semillas en la época de lluvias, para consumirlas posteriormente en la escasez”. Esa es una verdad general, aplicable en todo tiempo y todo lugar, por lo que  constituye parte vital de todo programa de producción de ganado, especialmente en estos tiempos de incertidumbre climática y altos costos de energía para riego de praderas y transporte de suplementos de los  alimentos.
En resumen, guardar los excesos de pasto del invierno es una acción imprescindible si se quiere permanecer en el negocio ganadero.




Guardar los excesos de pasto del invierno es una acción imprescindible si se quiere permanecer en el negocio ganadero.

La otra gran verdad de la nutrición aplicable contra las sequías, la dijo el sabio francés Lavoisier, respetando la traducción del francés clásico, más o menos “La Vida es una reacción química”. Es la carencia de pasturas y la alteración de su calidad bioquímica, la que produce las grandes pérdidas durante las sequías, como la que sufrimos actualidades estos momentos.

Déficit de ganado
Para establecer las carencias ocasionadas por la sequías, hay que repasar los requerimientos nutricionales de los rumiantes, que sirven de orientación para diseñar estrategias y conjurar las amenazas.
Foto (torito solito)
En términos generales, los rumiantes requieren de forma balanceada los siguientes elementos, que deben contener, por tanto, su alimento diario para una óptima producción: agua, energía, proteínas, minerales, vitaminas y AGI (Acidos grasos insaturados).

Estrategias en épocas de sequia
Para que un buen programa tenga éxito contra las sequías hay que tener en consideración las carencias ocasionadas en esos elementos y diseñar estrategias para suplirlas.
Suministro de agua: para ganado de carne se estima que los requerimientos de agua son de 3 litros por día y por cada kilogramo de materia seca consumida, cuando la temperatura media anual es de 5°C, por el contrario, suponiendo que la temperatura media anual sea de 32°C, como es corriente en la regiones tropicales bajas, el requerimiento será de 8 litros/día y por kilogramo de materia seca. Para un novillo en finalización en la actual sequía sería de casi 60 litros por animal. Para 100 novillos el consumo de agua está en 6 mil litros o sea 6 metros cúbicos, contando las pérdidas en el abrevadero.



Para un novillo en finalización en la actual sequía  el requerimiento de agua seria de 60 litros/dia por animal
El agua debe estar limpia y fresca -preferiblemente libre de huevos y formas inmaduras de parásitos-. Los protozoarios, del tipo paramecio, abundantes en aguas eutróficas, características de las épocas de sequías, también perjudican la función ruminal.
Según investigadores estadounidenses,  la distancia máxima que debe recorrer una cabeza de ganado mayor para beber sin que se produzca detrimento en su peso es de 2.000 m. en terreno plano y 800 m. en ondulado.
Los minerales: después del agua y forma concomitante con ella, son los minerales los elementos químicos más importantes para la nutrición de los rumiantes, por el hecho de que estos animales viven y prosperan gracias a su asociación con bacterias autótrofas (derivan su energía de compuestos minerales) que habitan en el rumen y producen proteínas, a partir de  carbohidratos y materiales celulósicos de bajo precio, como los pastos e inclusive el papel y aserrín procesados tecnológicamente.
Las bacterias realizan la producción de proteínas a partir de minerales y compuestos del carbono, procedentes de los carbohidratos transformados en esqueletos carbonados para realizar la transaminación que convierte esos esqueletos en aminoácidos y, posteriormente, en proteínas bacterianas,  que el ganado aprovecha al morir las bacterias. Los macro y microelementos minerales son indispensables para que los rumiantes puedan realizar uno de los más maravillosos logros de la evolución: convertir la basura en proteínas.
Los minerales requeridos por los rumiantes para un buen funcionamiento del proceso ruminal y, por ende, para un rápido crecimiento en óptimas condiciones de producción son:
Macroelementos de importancia estructural (huesos y tejidos) y para regulación osmótica-calcio, fósforo, magnesio, azufre, potasio, sodio.
Microelementos indispensables para formar enzimas, coenzimas, vitaminas y hormonas: zinc, cobre, yodo, cobalto, selenio, cromo y molibdeno.
Fuentes de minerales: los pastos, las leguminosas, los granos y el agua,  contienen minerales, pero generalmente no son suficientes para suplir los requerimientos que están claramente establecidos para una óptima producción, por lo cual, para sostener la productividad en las sequías es importante no descuidar el adecuado suministro de minerales, los cuales son fundamentales para mantener hidratado el ganado, lo mismo que para garantizar un  funcionamiento normal de su metabolismo. Es destacable, por ejemplo, los oligoelementos yodo, selenio y la vitamina A, para mantener la reproducción en épocas de sequía.
Premezclas minerales y vitamínicas: las premezclas minerales completas con todos los elementos en proporciones  balanceadas, son las mejores y más económicas fuentes de minerales para el ganado. Se deben suministrar mezcladas con suplementos de harinas o tortas, con pasto de corte en animales de ordeño o mezcladas con sal o en algunos casos de ganaderías extensivas, de conformidad con los análisis foliares que se deben practicar a las pasturas de pradera, naturales o establecidas. Es importante realizar análisis de contenido mineral del agua.
Sin un contenido completo y balanceado de minerales en el alimento de los rumiantes no es posible una buena producción, inclusive aunque sean abundantes las fuentes de energía, proteínas, grasa y vitaminas. Se podría decir alegóricamente: “los minerales son el alma del rumiante y su razón de ser”.
Fuentes de energía



 En épocas secas se debe acudir a suplentes de energía como la melaza, yuca fresca o seca, salvados de granos, torta de palmaste o algodón, cascarilla de algodón o soya, frutos, entre otros.
Los carbohidratos solubles y estructurales son la principal fuente de energía para el ganado. Estos son abundantes en el pasto fresco en época de lluvias, pero son escasos en los pastos lignificados de las épocas secas, en las cuales ni siquiera pasto queda en las praderas. Por esta razón, se debe acudir a fuentes suplementarias de energía, como:
·         Melaza en las zonas azucareras o paneleras, yuca fresca o seca, salvados de granos como arroz, maíz, trigo, torta de palmiste, torta de algodón, cascarilla de algodón o soya, frutos molidos de trupillo (Prosopis juliflora), de campano (Saman samanea).
Fuentes de proteínas
Las proteínas son los componentes más importantes de los seres vivos y los compuestos más difíciles de obtener en la naturaleza. Los rumiantes, gracias a sus adaptaciones, pueden obtener proteínas de forma indirecta.
Vitaminas
Durante las sequías, el pasto se seca y su contenido de carotenos precursores de la vitamina A,  baja de manera significativa al punto de que se puede llegar a un nivel crítico (por debajo de 1500 UI/kilo pasto) que altere los parámetros reproductivos del ganado. Se puede ver afectado también el nivel de la vitamina E y K. Las vitaminas hidrosolubles son generalmente sintetizadas por los microorganismos del rumen, en cantidades suficientes para cubrir los requerimientos de los rumiantes, aun en épocas de sequía, y que haya disponibilidad de material celulósico seco disponible en las praderas y minerales suficientes para la etapa autotrófica en el rumen para que las bacterias puedan transformar materiales toscos y sintetizar posteriormente proteínas y las vitaminas hidrosolubles.



Los rumiantes requieren de forma balanceada los siguientes elementos, que deben contener, por tanto, su alimento diario para una óptima producción: agua, energía, proteínas, minerales, vitaminas y AGI (Acidos grasos insaturados).



Recursos para aumentar la productividad en las fincas

En las calamidades hay que acudir a todo el acervo de conocimientos, para enfrentarlas. Se han desarrollado investigaciones que aplicadas permiten utilizar recursos no convencionales abundantes en las regiones tropicales como alimento para el ganado, especialmente en épocas de grandes sequías o también grandes invernadas. Toda fuente de celulosa es factible de transformarse en alimento para el ganado adecuadamente procesada por métodos sencillos. Se destacan los siguientes recursos abundantes en diferentes regiones: gramalote (Paspalum fasciculatum), pajón mata tigre (Paspalum virgatuM), canutillo, lambe lambe, buchón de agua (Eichhornia crasipes), lechuga de agua (Pistia estratiostis), paja seca de maíz o millo, tamo de arroz, cascarilla de arroz, aserrín de maderas blancas, restos de papel, licores de pulpa, orujo de frutas, entre otros, adecuadamente procesados se pueden convertir en fuentes de energía para el ganado. Hoy se disponen de conocimientos para aumentar por vía biológica el contenido de proteínas de la yuca que solo contiene entre 3 y 6 por ciento, para llevarla a 16 por ciento, con base en el crecimiento de microorganismos especializados, algunos modificados, para ese propósito. También se puede efectuar con base en procesos físico-químicos,  sobrepasantes, las grasas, algunos carbohidratos y proteínas para mejorar el aprovechamiento y conversión de los alimentos de los rumiantes.

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