Un buen ejemplo de organización y eficiencia se puede
apreciar en la finca La
Bohemia en Cerrito (Risaralda). Su propietario, Felipe
Buitrago Sanínt, disfruta hoy de una ganadería más productiva y rentable.
Certificar
un predio en Buenas Prácticas y, específicamente, en Producción de Carne y Ganadería
de Cría, es una gran satisfacción y el resultado del esfuerzo de un ganadero
que -con su equipo de trabajadores- creyó en las bondades y beneficios de este
programa. Felipe Buitrago Sanín, presidente del Comité Cebuísta de Ganaderos
del Centro, ostenta también el privilegio de haber sido el primer ganadero en
el país en obtener la certificación de libre de brucelosis y tuberculosis.
Para
iniciar este proceso, Buitrago debió tener presente varios requisitos que exige
la autoridad sanitaria como es la higiene, sanidad, organización y manuales de
funciones. Partiendo de estos aspectos comenzó su proyecto de certificación (
que no tiene ningún valor, por ahora) en coordinación con funcionarios del ICA,
quienes le hicieron un permanente acompañamiento que lo llevó al éxito. En el
momento de otorgar la certificación, otros profesionales hacen la evaluación y la
respectiva auditoría.
Felipe Buitrago Sanint, propietario de la hacienda La Bohemia
Con
la certificación los predios no sólo pueden comercializar sus productos en el
mercado nacional sino también en el internacional, pues es una exigencia para
la importación de animales y subproductos que provengan de predios con una
óptima condición sanitaria y de inocuidad.
En
su caso, el camino hacia la certificación le permitió conocer un poco más su
propia ganadería, La
Bohemia. Durante este proceso se pudo dar cuenta de la
importancia de organizar muchos aspectos de su explotación ganadera en todas las
etapas de producción de la finca.
Todo
en su lugar es la premisa inicial de este trabajo, porque en cuestiones
económicas no cuesta más dinero hacer adecuaciones, lo importante es que se
optimizan los procesos y eso se traduce en rentabilidad para el propietario del
predio.
Se
capacita al personal del predio en distintas áreas: sanidad animal, información
sobre enfermedades y medicamentos; manejo de establos y pesebreras, bienestar
animal, buenas prácticas ganaderas, manejo de alimentos, accidentes de trabajo,
uso de formatos y bioseguridad. Así mismo, seguridad y riesgos profesionales, socialización, integración y autoestima, entre
otros.
Lo
más dispendioso, según sus palabras, fue “sentarme
a escribir un manual de funciones para cada uno de los colaboradores de la
finca: desde la persona que barre el corral, cómo recoge la boñiga, cómo coge
la pala. Estos manuales de funciones se elaboran para cada labor y detalladamente:
cómo ensillar un caballo, cómo bañar un animal, cómo limpiar las pesebreras,
entre muchos otros”.
Todo
esto es económicamente muy rentable porque está medido e indicado en los
manuales y, por tanto, le permite al propietario del predio tener control absoluto
sobre la finca. Los costos que requiera la certificación se revierten en
beneficio del predio porque los procesos se mejoran.
El orden es
fundamental para agilizar los procesos y lograr eficiencia.
Felipe
Buitrago menciona que la decisión de certificarse la tomó rápidamente. “El
proceso duró tres meses de comienzo a fin. Nuestro aporte a los ganaderos que
deseen certificarse es facilitarles los manuales para que avancen en forma
rápida en su objetivo”, dijo.
En
Risaralda, la finca La Bohemia
y otras más, que él asesora, están certificadas en Buenas Prácticas Ganaderas
en Producción de Carne y Ganadería de Cría. Además, dice que están muy
interesados en que los ganaderos de la región obtengan su certificación porque si
cumplen estos requisitos se accede a más oportunidades de mercados y, por
supuesto, a una mayor productividad.
Certificarse
no es complicado “hay que ser muy
juiciosos y contar con personal que esté
dispuesto a afianzarse con la cultura de los procesos”. Menciona también que
“una falla del ganadero es que no actualiza a su personal en nuevos
conocimientos y tecnologías. Es importante capacitarlos en diferentes áreas
como seguridad en el trabajo, sanidad
animal, tener escrito el plan sanitario de cada ganadería y cumplirlo. Aquí lo esencial
es que al poseer los manuales, en caso de que un empleado se retire de su
trabajo, el que lo remplace pueda hacer sus funciones sin ningún problema”,
manifiesta.
Ventajas y dificultades
Sobre
las dificultades del proceso, Felipe Buitrago menciona que “en términos de los requisitos que exige el ICA, la mayor
dificultad fue organizar la cantidad de
cosas que se acostumbra a amontonar en la finca y que ya no se usan como
tablas, cartones o equipos mecánicos inservibles. “Estos deben estar almacenados
en una bodega, hay que acostumbrarse a que cada cosa tiene su lugar en forma
organizada”.
Buitrago
les recomienda a los ganaderos certificarse, además resalta que este no es un
asunto de grandes inversiones porque los cambios que requiera la finca se hacen
con los materiales disponibles en ella, la disposición de las basuras (vidrio,
papel, plástico y desechos orgánicos) es un buen ejemplo, los recipientes ya
los venden en el mercado pero el dueño de un predio puede buscar cuatro canecas
de pintura debidamente marcadas que sirvan para el efecto.
Sobre
las ventajas de la certificación Buitrago Sanín dice: “primero, se cumple con
los requisitos que en algún momento se aplicarán a todo el mundo. Segundo, la
comercialización va a ser más fácil, cuando crucemos las fronteras; y tercero,
lo más importante, se optimizan los procesos y eso se convierte en dinero,
porque se racionaliza el gasto”, concluyó.
La
certificación hacia el futuro será masiva, tal como sucedió con las de aftosa y
brucelosis, y eso es positivo para todos.
Ejemplo
práctico
Protocolo
de aseo: área de corrales, bebederos, comederos y sus alrededores
El
presente protocolo debe ser correctamente aplicado en los tiempos establecidos
en el protocolo.
OBJETIVO:
Disminuir
los diferentes agentes contaminantes que pueden poner en riesgo la salud de los
animales de la hacienda, mejorar la seguridad de los operarios y disminuir la
carga bacteriana presente en el medio ambiente.
- ENCARGADO: Establero
- SUPERVISOR: Mayordomo
- EQUIPOS DE BIOSEGURIDAD: Con el fin de velar por la bioseguridad de los operarios se les exige el uso de :botas, guantes y tapabocas
- MAQUINARIA, EQUIPO Y HERRAMIENTAS: La maquinaria, el equipo y las herramientas a utilizar son:escoba, pala, bugí, cepillo, hipoclorito, yodo, bomba (fumigadora)y limpia- telarañas.
- FRECUENCIA: Todos los lunes con una intensidad horaria de 120 minutos y el estiércol recogido será llevado a los potreros para ser fertilizado orgánicamente.
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