Martha Carolina Vargas
Sarmiento
Microbióloga.
Magíster en Ciencias, Microbiología.
Los
métodos de producción orgánica aplicados a pastizales favorecen el
mantenimiento de los ecosistemas, incrementan el valor de las pasturas,
aseguran la generación de ingresos y promueven el bienestar animal (FAO, 2007).
La utilización de residuos
orgánicos compostados o lombricompostados en la fertilización de pasturas para
la alimentación de animales es una práctica que -sumada a otras propias de la
agricultura orgánica- permite el aprovechamiento de estos residuos (ciclaje de
nutrientes), contribuye con el mejoramiento y la conservación de los suelos,
incrementa la calidad nutricional y seguridad de las pasturas y a su vez, reduce
la emisión de gases de efecto invernadero.
Fertilización
orgánica
No
toda la fertilización aplicada al suelo es aprovechada por las plantas, sólo
una pequeña fracción es asimilada y extraída con la biomasa vegetal durante la remoción
de la cosecha o el consumo por el ganado. En el caso del nitrógeno, las pérdidas
pueden ser superiores al 50 por ciento (por volatilización, desnitrificación,
fijación a las arcillas y lixiviación en forma de nitratos); el fósforo se puede
fijar o inmovilizar al reaccionar con los componentes del suelo y así solo el
30 por ciento es aprovechable y las pérdidas de potasio son variables debido,
principalmente, a la fijación laminar a las arcillas. Todos estos procesos
llevan a la contaminación de fuentes de agua, a la destrucción de ecosistemas
acuáticos por eutrofización y a la destrucción de la capa de ozono por
la liberación de gases como el óxido nitroso (N2O).
El
uso de fertilizantes de liberación controlada o lenta puede equilibrar el
mantenimiento de una elevada productividad con el manejo sostenible del recurso
suelo, ya que estos liberan nutrientes gradualmente a la solución del suelo
permitiendo aumentar la eficacia de la fertilización, simplificar la
dosificación, prolongar su acción en el tiempo y reducir su impacto sobre el
ecosistema al evitar las pérdidas por degradación, volatilización o lixiviación.
Entre los productos naturales que se comportan y pueden ser utilizados como
fertilizantes de liberación lenta se encuentran compuestos inorgánicos
(minerales de fosfato, potasio, calcio, magnesio, entre otros) y orgánicos (estiércoles,
residuos de cosecha, turbas, acolchados, compost, lombricompost).
Fertilizantes
o abonos orgánicos
Los productos que aportan nutrientes
al suelo y son de naturaleza orgánica se denominan fertilizantes orgánicos. Son
aquellos que incluyen materiales de origen animal y
vegetal en diferentes estados de descomposición que se adicionan al suelo para
abastecer a las plantas de materia orgánica como fuente de nutrientes y
mejorador de las propiedades físicas del suelo (Prasad & Power, 1997). La
materia orgánica del suelo está compuesta de restos orgánicos que son partes de
la biomasa de plantas, animales o microorganismos en varios estados de
descomposición y por el humus el cual es una mezcla de sustancias que tienen
alta resistencia al ataque de los microorganismos y su composición es diferente
a la de cualquier sustancia animal o vegetal. El humus hace parte de la fase
sólida del suelo y participa en la formación y estabilización de los agregados,
en el control de la acidez, en la descontaminación del suelo y en la
fertilidad.
La aplicación
directa de residuos agrícolas como fertilizantes orgánicos y acondicionadores
del suelo, así como la adición de estiércoles y orina que contienen nutrientes
como el nitrógeno, el fósforo y el potasio, aportan materia orgánica esencial
para el mantenimiento de la estructura y la fertilidad del suelo. Sin embargo, debido a los problemas asociados a la
acumulación y lixiviación de los excesos de nutrientes por la adición directa
de estos residuos al suelo, se hace necesario implementar tecnologías que permiten
la transformación de los mismos disminuyendo la pérdida de nutrientes y el
impacto ambiental y aumentando la eficacia de su aplicación. Entre estas
tecnologías se encuentran el compostaje y el lombricompostaje.
Compostaje de residuos orgánicos
Tomada por
Fabio Cruz P.
El compostaje se define como
la descomposición biológica y estabilización de sustratos orgánicos bajo
condiciones que permiten el desarrollo de altas temperaturas (aproximadamente 75 a 80 °C ) como resultado de la
actividad biológica, obteniendo un producto estable, libre de patógenos y
semillas de plantas y que puede ser aplicado para el mejoramiento del suelo
(Haug, 1993). Esta conversión la realizan bacterias, hongos y actinomicetos que
se encuentran presentes como habitantes normales del suelo y que colonizan
rápidamente los residuos orgánicos para iniciar su descomposición. Los
materiales que comúnmente son compostados son residuos sólidos domiciliarios,
agroindustriales, de cosecha, y estiércoles animales.
Los microorganismos que proceden tanto del suelo como del agua o de la
propia materia orgánica utilizada necesitan de la presencia de sustratos y
condiciones específicas para llevar a cabo la descomposición:
-
Materia orgánica: de la
cual se alimentan, y en la que se deben mezclar celulosa (paja, cortezas,
aserrín), azúcares (vegetales verdes) y nitrógeno (estiércoles frescos,
leguminosas). El desmenuzamiento de esta materia posibilita que los
microorganismos actúen de forma más rápida.
-
Oxígeno: es fundamental
para que no se produzca putrefacción y malos olores, por eso hay que favorecer
que el aire penetre fácilmente.
-
Agua: tiene
que estar presente en todo momento, pero sin llegar a la inundación, un bajo
contenido de agua detiene el proceso porque los microorganismos la necesitan
para seguir actuando y demasiada llegaría a producir la putrefacción.
-
Temperatura adecuada: es necesario proteger la mezcla del calor excesivo y
también de la lluvia.
-
pH adecuado: el ideal
es cercano a la neutralidad (pH 7), pero un rango de pH de 5 a 8 es aceptable (Echeverri
& Chalarca, 2006).
Los sistemas de
compostaje son muy variados, pero los más comunes son aquellos realizados en
pilas de mezclas de residuos vegetales y estiércoles que se preparan al aire
libre y a los cuales se les controla la aireación y la temperatura mediante el
volteo mecánico de la pila. El tiempo de compostaje varía de acuerdo con las
características de los materiales orgánicos, a la frecuencia de volteo y a las
condiciones ambientales.
Lombricompostaje
de residuos orgánicos
Cultivo
de lombriz roja californiana (Eisenia
fetida) en estiércol bovino y residuos vegetales.(Tomada por Fabio Cruz P.)
La lombricultura es el
cultivo de lombrices de tierra (anélidos) nativas o foráneas adaptadas a vivir
en altas densidades dentro del mismo espacio y bajo condiciones ambientales
controladas por el ser humano. Esta tecnología puede ser empleada para el
desarrollo de sistemas integrados y compatibles en la producción animal y
agrícola en los que la lombriz se utiliza para la transformación (lombricompostaje)
de sustancias orgánicas residuales en deyecciones conocidas como humus de
lombriz o lombricompost, que constituye un fertilizante orgánico rico en macro
y micronutrientes de fácil absorción, que favorece el desarrollo y crecimiento
vegetal y aumenta la producción de biomasa en cultivos agrícolas.
La especie más utilizada en
los sistemas de lombricompostaje es la Eisenia fetida o lombriz roja californiana, aunque también existen otras especies
capaces de descomponer efectivamente cualquier tipo y cantidad de residuos
orgánicos. Esta especie se prefiere debido a su longevidad, prolificidad, baja
selectividad en el consumo de alimentos, riqueza nutricional de sus
deyecciones, adaptación al cautiverio y a la convivencia en altas densidades de
población. Existen varias técnicas de cría de lombrices que van desde las que
se realizan al aire libre en pilas de desechos orgánicos, en cajones pequeños,
hasta la producción industrial que se lleva a cabo en fosas, lechos o camas.
Fertilización
orgánica y ciclaje de nutrientes en pastizales
La
ganadería también puede jugar un papel importante en el mantenimiento de la
fertilidad del suelo (Siavosh et al.,
2009).
Tomada por:
Carolina Vargas S.
El pisoteo, la defoliación y el retorno de nutrientes por la deposición de
residuos animales se pueden considerar en términos generales como los
principales efectos causados en el ecosistema de pastizales por el pastoreo. En
cuanto al reciclaje de nutrientes, se refiere, son evidentes los efectos en la
transferencia de nutrientes vegetales en los potreros debido a los productos
excretados por los animales. La mayor parte de estos nutrientes se retorna al
pastizal en forma de heces y orina, cuya cantidad es considerable. Las excretas
contienen los nutrientes necesarios para las plantas y en las proporciones deseadas.
La
ganadería puede jugar un papel importante en el mantenimiento de la fertilidad
del suelo. En particular, los sistemas cerrados de granjas mixtas pueden
renovar o reponer una fracción sustancial de los nutrientes del suelo y, por
consiguiente, reducir la necesidad de aplicar fertilizantes inorgánicos (Siavosh
et al. 2009). Según
Sadeghian y colaboradores (1999), con la fertilización orgánica de pastos y
forrajes se puede lograr a mediano plazo: mejorar las características físicas
del suelo (aumento de la capacidad de retención de humedad, promoción de la
agregación de las partículas y reducción de la susceptibilidad a la erosión,
mejoramiento de la aireación, incremento en la conductividad del agua y
disminución de la densidad aparente del suelo, entre otros); mejorar las
propiedades químicas del suelo (suministro de elementos esenciales para las
plantas, incremento de las reservas nutricionales del suelo y mantenimiento de
la uniformidad en la reacción en el suelo) y favorecer la actividad microbiana y
el desarrollo de la meso y macrofauna.
Manejo
sostenible del suelo en pastizales
La utilización de residuos orgánicos como fuente de
materia orgánica y de nutrientes hace parte del manejo biológico de la
fertilidad del suelo. Es necesario llevar a cabo un análisis fisicoquímico de
suelos y determinar el contenido de nutrientes de los abonos orgánicos que se
van a aplicar. Así, y conociendo los requerimientos nutricionales del cultivo,
se establece la cantidad de fertilizante orgánico que se debe aplicar y, así
mismo, reducir el uso de fertilizantes de síntesis química, ya que además
de contener macronutrientes esenciales para las plantas, los fertilizantes
orgánicos pueden proveer muchos micronutrientes esenciales.
Dentro de las recomendaciones
generales en el manejo sostenible del suelo están:
-
Integrar sistemas de producción agrícolas y pecuarios.
-
Implementar sistemas silvopastoriles, los cuales
permitirán disminuir la dependencia de fertilizantes, reducir la erosión y la
compactación del suelo, estimular el ciclo de nutrientes y generar un ambiente
más favorable para los animales.
-
Promover la fertilización orgánica de los cultivos,
pastos y forrajes.
-
Buscar alternativas productivas diferentes a la
ganadería intensiva en zonas de pendientes fuertes. Estas pueden incluir:
sistemas de estabulación o semiestabulación de animales, alimentados con
forrajes.
-
Analizar periódicamente las características químicas
del suelo.
-
Promover el cultivo de especies arbóreas (por ejemplo,
maderas finas leguminosas) en forma integrada con la ganadería, con el propósito
de: aumentar ingresos, reducir insumos externos, brindar sombrío permanente a
los animales, promover el ciclaje de nutrientes, reducir los riesgos de derrumbes
y servir de barreras rompevientos.
-
Promover el establecimiento de cercas vivas para la
división de potreros y linderos.
Destacado
La
utilización de residuos orgánicos como fuente de materia orgánica y de
nutrientes hace parte del manejo biológico de la fertilidad del suelo
Referencias
Echeverri A.
& Y.A. Chalarca. 2006. Módulo de pastos y forrajes. Submódulo, manejo y
fertilización. Programa de Extensión
Solidaria, Dpto. Formación Académica de Haciendas, Facultad de Ciencias Agrarias,
Universidad de Antioquia.
FAO. 2007. Organic
agriculture. En http://www.fao.org/docrep/010/y4587e/y4587e00.htm.
Haug R.T.
1993. The practical handbook of compost engineering. Lewis Publishers, Boca Raton , Fla.
Prasad R. & J.F. Power. 1997. Soil fertility
management for sustainable agriculture. CRC Press LLC. 356 p.
Sadeghian
K., S., J.M. Rivera, M.E. Gómez. 1999. Impacto de la ganadería sobre las
características físicas, químicas y biológicas de suelos en los Andes de
Colombia. Agroforestería para la producción animal en América Latina. Roma
(Italia), FAO. P 123-142. Estudio
FAO Producción y Sanidad Animal No. 143.
Siavosh S., J.M. Rivera, M.E. Gómez. 2009. Impacto de sistemas de
ganadería sobre las características físicas, químicas y biológicas de suelos en
los Andes de Colombia. Conferencia electrónica de la FAO sobre Agroforestería para la Producción Animal en Latinoamérica. En
http://www.fao.org/ag/aga/AGAP/FRG/agrofor1/Siavosh6.htm
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.