miércoles, 24 de abril de 2013

En ganadería… primero el AGUA




Foto Dr. Luis Guillermo Espejo V.
M.V.Z. Ph.D nutrición animal



El uso y manejo de este preciado líquido para la agricultura y la ganadería es hoy un recurso frágil, limitado y muy sensible a cambios no ordenados dentro de la explotación de los recursos naturales.

El agua es tan importante para el ser humano, que entró, hace muchos años, en una serie de rutinas de uso para la producción de alimentos, que nos hemos olvidado de su producción, manejo, conservación y conocimiento de su presencia en la naturaleza.

Así mismo, es un recurso hasta hoy renovable, donde el hombre lo ha reconocido como un elemento esencial, vital y fundamental para el desarrollo y mantenimiento de la vida vegetal y animal, pero al margen de saber aprovechar y utilizar adecuadamente este preciado líquido.

Hoy podríamos decir que no tenemos el conocimiento suficiente y necesario para estudiar este recurso y proyectarlo como el factor más importante en la productividad agropecuaria. Es así que el agua la debemos reconocer como un recurso manejable y ubicarlo para su uso en los siguientes aspectos para la explotación ganadera: 

·         El agua siempre está en movimiento, es un ciclo para recordar que está en forma sólida, líquida y en vapor. Nosotros solo la podremos usar hacia la productividad en forma líquida.  
·         La oferta ambiental en todos los indicadores de: temperatura, humedad relativa, vientos, luminosidad, radiación, lluvias y suelos, está regulada en su demostración natural por el agua.
·         Para el ganadero, el agua debe ser parte estructural de los suelos, especialmente los dedicados a la producción forrajera. Esto es tan importante, pero tan olvidado que hoy preferimos acopiar aguas fuera del suelo y no mantenerlas dentro de éste. Siempre será mejor que el agua sobrante de la estructura y densidad del suelo esté acopiada dentro de la explotación y no al contrario como es habitual.
·         Hoy valoramos la relación entre los recursos naturales así: agua – suelo – forraje – animal – producto final.
·         El agua debe estar presente en el suelo entre un 20 y un 25 por ciento de su densidad. Quiere decir, por ejemplo, que si una hectárea la valoramos en una densidad de 1, con 20 cms. de profundidad, de sus dos millones de kilos, entre 200 mil y 250 mil, deben ser agua estructural. Este es el desafío o el reto de un buen productor para mantener esta condición. El cultivo forrajero es el que más agua requiere, pues es el que más ciclos  vegetativos produce por hectárea y por año sobre cualquier otro cultivo explotado por el hombre (entre 5 y 12 ciclos).
·         No olvidemos que en promedio el agua es el 80 por ciento del peso de los forrajes y para producir dos gramos de materia seca, se necesita aproximadamente un litro de agua en ciclo nutricional vegetal.
·         Con respecto del animal, sabemos que un 70 por ciento de su peso es agua y que si fallamos en el uso y manejo de este recurso en nutrición animal, con solo el 10 por ciento de pérdida en la estructura corporal, el animal muere.
·         Ya que estamos en procesos productivos con alta especialización donde los recursos forrajeros y de genética animal están en su máximo potencial productivo, nos hemos olvidado que este será evidenciado sólo cuando para la ganadería el agua esté en primer lugar.


En promedio el agua es el 80 por ciento del peso de los forrajes y para producir dos gramos de materia seca, se necesita aproximadamente un litro de agua en ciclo nutricional vegetal.



Nuestra experiencia en las prácticas y ofertas en programas de producción ganadera valora siempre la capacidad hídrica. Se proyectan estos programas a un manejo estructural del agua hacia el suelo, logrando esta condición el mayor tiempo posible, especialmente proyectado a tiempo de no lluvias.

Valor del agua en la finca

Cualquier programa productivo debe garantizar un mantenimiento estructural del agua, bajo sistemas de riegos y drenajes basados fundamentalmente en la toma, manejo y conservación de las aguas lluvias. Generalmente, el ganadero de hoy sabe cuánto le llueve o cuánta agua le cae en su predio, pero lo que no sabe es cómo usarla; ¿sabe usted señor ganadero que un milímetro de lluvia es un litro por metro cuadrado, o diez mil litros por hectárea, equivalentes a diez mil kilos o 10 toneladas, o 10 metros cúbicos? ¿Sabe usted qué hacer cuando le caen 50 milímetros por los cuales nos enorgullecemos o nos lamentamos?

Las fincas valen hoy por la capacidad hídrica manejable a largo plazo o al mayor tiempo para poder explotar la mayor y mejor fuente nutricional como son los forrajes. Innecesariamente, cualquier sustituto o importación de alimentos a la finca le trae más costos a los sistemas productivos. Aclaro acá que en niveles de producción alta y donde el forraje no alcanza a cubrir los requerimientos totales de un animal se justifica la suplementación con alimentos no producidos en la finca (explotaciones lecheras o de carnes de alto rendimiento).

Hoy tenemos programas de transferencia tecnológica donde explotamos condiciones naturales en el recurso suelo, como es la capilaridad de éste y que siendo una condición natural, nos permite utilizar las aguas bajo el movimiento a través de sus poros o capilares y lograr mantenerlo en el tiempo. Esto se logra bajo el establecimiento de sistemas de canales receptores y conductores de agua, donde debemos manejar una distribución homogénea hacia las áreas de impacto productivo, y primordialmente donde pastorean los animales en producción.
  
Los sistemas en canales deben garantizar ingresos y salidas del agua, especialmente en la medición de drenajes por excesos en escorrentía.

Son canales a nivel topográfico que, además de cumplir con lo anterior, controlan la erosión de las capas superficiales del suelo o la lixiviación de nutrientes esenciales. Aquí es bueno anotar que hoy existe una tendencia a la salinización de los suelos que obliga con más seguridad a tener sistemas de control en el nivel freático, y esto solo se logra con sistema de canales para riegos y drenajes.

Los sistemas en canales deben garantizar ingresos y salidas del agua, especialmente en la medición de drenajes por excesos en escorrentía



Hemos encontrado ciertas condiciones ventajosas en ladera o en áreas planas donde podemos garantizar el movimiento del agua por medio de la fuerza de la gravedad si construimos canales en escala o de una manera más sencilla, construir un distrito de riego y drenaje para la conservación estructural del agua en el suelo, proyectado al mayor tiempo posible. Esto puede estar afectado por la textura y estructura del suelo en explotación, de ahí la importancia de analizar la física del suelo (análisis físico-químico de laboratorio), confirmar su textura y poder elaborar un plan en el manejo y construcción de los canales, especialmente en su dimensión.

Es un sistema amable y agroecológico muy positivo, que además hoy nos garantiza proponer programas de producción de alimentos limpios, así hemos logrado sistemas ecológicos silvopastoriles explotando además de las gramíneas y leguminosas de cobertura, árboles leguminosos que contribuyen al ciclo positivo en condiciones especialmente en la fertilidad y buen uso en la relación agua – suelo – animal, pues son los responsables del bienestar animal o como dicen hoy los gringos: “…la vaca feliz”, o también como decimos aquí: …”el ganado que da platica”.

Si todo lo anterior es posible, en todo el país, con todos los ganaderos, creo que Colombia se podría considerar un gran productor en leche y carne para el consumidor local en primer lugar y, si nos sobra, para ofrecerles a otros países que lo necesiten.




 ALGUNOS DATOS IMPORTANTES


El agua en el mundo

·         97 por ciento del agua terrestre es salada
·         Del 3 por ciento restante, el 75 por ciento del agua está inmovilizada en forma de hielo o se encuentra a gran profundidad.

·         El agua disponible para mantener en vida a la humanidad y hacer posible la realización de sus actividades, representa menos de la milésima parte de la del planeta.

·         En el siglo XX , el número de habitantes en el mundo se multiplicó por 3 y el consumo mundial de agua dulce por 6 





martes, 16 de abril de 2013

La sequía: amenaza constante para la ganadería




Nota de la dirección: La grave situación que afronta el país con el impacto del Fenómeno del Niño está afectando en forma importante la ganadería nacional. Las cifras ya hablan de miles de animales muertos por falta de alimento. Escasea el agua y las altas temperaturas secaron los pastos. El ingeniero Jairo Pérez R. nos brinda una serie de valiosas recomendaciones para estos casos.

Foto  Jairo Pérez Ricardo
Ingeniero químico. Especialización profesionalen medio ambiente
jperezquim@yahoo.es                          

A través de los tiempos, lo que le pasa al ganado ha pesado mucho en los seres humanos, desde las bíblicas sequías del antiguo Egipto, que hacían temblar a los faraones, hasta las actuales amenazas del cambio climático, la deforestación, el metano de los eructos en los cielos y las complejas coyunturas económicas, que casi siempre nos afectan, pero entendemos poco y poco podemos hacer para resolverlas, desde nuestro cotidiano actuar, a menos que consultemos a muchas personas, actuemos en grupo, y con esa base, interpretemos correctamente las diversas variables de nuestros actuales problemas.
El pasto de las praderas, natural o establecido, es según los más destacados zootecnistas,  veterinarios  y economistas, el recurso natural más adecuado y sostenible, ambiental y  económicamente, para  alimento de los rumiantes. Estos maravillosos y adaptados animales, máquinas biológicas de hacer proteínas de calidad,  constituyen el potencial que ha contribuido -entre otros logros vitales- al sano alimento de los hombres, desde los comienzos de la moderna civilización. Esto será así, hasta tanto no se inventen otros artificios mecano - químicos, para fabricar de forma costo efectiva, carne, leche y pieles, lo cual está lejos aún, por razones tecnológicas y ambientales.
Las sequías disminuyen hasta en un ciento por ciento la producción de leche y carne, matando muchos animales especialmente en los grandes hatos de las sabanas de Sucre y Córdoba. Las zonas costaneras del Caribe, las sabanas de Astrea, Camperucho, el Diluvio y Chimichagua, en el Cesar, son muy sensibles a las sequías por su déficit hídrico. En el Magdalena son cada día mas graves las sequías en las tierras altas de Pivijay, Fundación y Zapayán. Los ganaderos de Colombia dejarán de percibir millones de dólares como consecuencia directa de los efectos de la actual sequía.

El ganado se ve bastante afectado por estos periodos de cambios de clima. 

Ciclos naturales y el ganado
El pasto se produce por ciclos naturales que están relacionados con los de las lluvias, claramente definidos en nuestras condiciones tropicales, a las cuales nos referiremos con prioridad en este artículo. Generalmente, en los trópicos hay una estación de lluvias, seguida de una época de estiaje o sequía.  Durante la época de lluvias el pasto crece abundante (hasta desperdiciarse en la mayoría de los casos) y los rumiantes engordan y se reproducen, con lo cual producen leche y aumentan su número y peso, acumulando reservas para la época de sequía.
Entonces, el hombre ha aprovechado este comportamiento de la naturaleza y las adaptaciones evolutivas de los rumiantes a ese comportamiento natural, para su beneficio y debe seguir perfeccionando, cada día, ese conocimiento de la ecología del ganado, de las particularidades de las diferentes especies de rumiantes,con más precisión para poder seguir criando ganado en las cambiantes situaciones actuales, con la amenaza de sequías crecientes, invernadas imprevistas y generalmente desórdenes climáticos de origen antrópico o natural como los que vivimos hoy.

Guardar en la abundancia

 Stephan Shampel, un ganadero que vive en Barranquilla y que es lo que se podría llamar de última generación, confesó recientemente, lo que ahora puede ser una gran verdad y que no se ha escuchado ni en las universidades. “Mi método en ganadería es sencillo, es el método de la ardilla, animal milenario y sabio al cual su adaptación a los ciclos de abundancia y escasez de la naturaleza le enseñaron a guardar semillas en la época de lluvias, para consumirlas posteriormente en la escasez”. Esa es una verdad general, aplicable en todo tiempo y todo lugar, por lo que  constituye parte vital de todo programa de producción de ganado, especialmente en estos tiempos de incertidumbre climática y altos costos de energía para riego de praderas y transporte de suplementos de los  alimentos.
En resumen, guardar los excesos de pasto del invierno es una acción imprescindible si se quiere permanecer en el negocio ganadero.




Guardar los excesos de pasto del invierno es una acción imprescindible si se quiere permanecer en el negocio ganadero.

La otra gran verdad de la nutrición aplicable contra las sequías, la dijo el sabio francés Lavoisier, respetando la traducción del francés clásico, más o menos “La Vida es una reacción química”. Es la carencia de pasturas y la alteración de su calidad bioquímica, la que produce las grandes pérdidas durante las sequías, como la que sufrimos actualidades estos momentos.

Déficit de ganado
Para establecer las carencias ocasionadas por la sequías, hay que repasar los requerimientos nutricionales de los rumiantes, que sirven de orientación para diseñar estrategias y conjurar las amenazas.
Foto (torito solito)
En términos generales, los rumiantes requieren de forma balanceada los siguientes elementos, que deben contener, por tanto, su alimento diario para una óptima producción: agua, energía, proteínas, minerales, vitaminas y AGI (Acidos grasos insaturados).

Estrategias en épocas de sequia
Para que un buen programa tenga éxito contra las sequías hay que tener en consideración las carencias ocasionadas en esos elementos y diseñar estrategias para suplirlas.
Suministro de agua: para ganado de carne se estima que los requerimientos de agua son de 3 litros por día y por cada kilogramo de materia seca consumida, cuando la temperatura media anual es de 5°C, por el contrario, suponiendo que la temperatura media anual sea de 32°C, como es corriente en la regiones tropicales bajas, el requerimiento será de 8 litros/día y por kilogramo de materia seca. Para un novillo en finalización en la actual sequía sería de casi 60 litros por animal. Para 100 novillos el consumo de agua está en 6 mil litros o sea 6 metros cúbicos, contando las pérdidas en el abrevadero.



Para un novillo en finalización en la actual sequía  el requerimiento de agua seria de 60 litros/dia por animal
El agua debe estar limpia y fresca -preferiblemente libre de huevos y formas inmaduras de parásitos-. Los protozoarios, del tipo paramecio, abundantes en aguas eutróficas, características de las épocas de sequías, también perjudican la función ruminal.
Según investigadores estadounidenses,  la distancia máxima que debe recorrer una cabeza de ganado mayor para beber sin que se produzca detrimento en su peso es de 2.000 m. en terreno plano y 800 m. en ondulado.
Los minerales: después del agua y forma concomitante con ella, son los minerales los elementos químicos más importantes para la nutrición de los rumiantes, por el hecho de que estos animales viven y prosperan gracias a su asociación con bacterias autótrofas (derivan su energía de compuestos minerales) que habitan en el rumen y producen proteínas, a partir de  carbohidratos y materiales celulósicos de bajo precio, como los pastos e inclusive el papel y aserrín procesados tecnológicamente.
Las bacterias realizan la producción de proteínas a partir de minerales y compuestos del carbono, procedentes de los carbohidratos transformados en esqueletos carbonados para realizar la transaminación que convierte esos esqueletos en aminoácidos y, posteriormente, en proteínas bacterianas,  que el ganado aprovecha al morir las bacterias. Los macro y microelementos minerales son indispensables para que los rumiantes puedan realizar uno de los más maravillosos logros de la evolución: convertir la basura en proteínas.
Los minerales requeridos por los rumiantes para un buen funcionamiento del proceso ruminal y, por ende, para un rápido crecimiento en óptimas condiciones de producción son:
Macroelementos de importancia estructural (huesos y tejidos) y para regulación osmótica-calcio, fósforo, magnesio, azufre, potasio, sodio.
Microelementos indispensables para formar enzimas, coenzimas, vitaminas y hormonas: zinc, cobre, yodo, cobalto, selenio, cromo y molibdeno.
Fuentes de minerales: los pastos, las leguminosas, los granos y el agua,  contienen minerales, pero generalmente no son suficientes para suplir los requerimientos que están claramente establecidos para una óptima producción, por lo cual, para sostener la productividad en las sequías es importante no descuidar el adecuado suministro de minerales, los cuales son fundamentales para mantener hidratado el ganado, lo mismo que para garantizar un  funcionamiento normal de su metabolismo. Es destacable, por ejemplo, los oligoelementos yodo, selenio y la vitamina A, para mantener la reproducción en épocas de sequía.
Premezclas minerales y vitamínicas: las premezclas minerales completas con todos los elementos en proporciones  balanceadas, son las mejores y más económicas fuentes de minerales para el ganado. Se deben suministrar mezcladas con suplementos de harinas o tortas, con pasto de corte en animales de ordeño o mezcladas con sal o en algunos casos de ganaderías extensivas, de conformidad con los análisis foliares que se deben practicar a las pasturas de pradera, naturales o establecidas. Es importante realizar análisis de contenido mineral del agua.
Sin un contenido completo y balanceado de minerales en el alimento de los rumiantes no es posible una buena producción, inclusive aunque sean abundantes las fuentes de energía, proteínas, grasa y vitaminas. Se podría decir alegóricamente: “los minerales son el alma del rumiante y su razón de ser”.
Fuentes de energía



 En épocas secas se debe acudir a suplentes de energía como la melaza, yuca fresca o seca, salvados de granos, torta de palmaste o algodón, cascarilla de algodón o soya, frutos, entre otros.
Los carbohidratos solubles y estructurales son la principal fuente de energía para el ganado. Estos son abundantes en el pasto fresco en época de lluvias, pero son escasos en los pastos lignificados de las épocas secas, en las cuales ni siquiera pasto queda en las praderas. Por esta razón, se debe acudir a fuentes suplementarias de energía, como:
·         Melaza en las zonas azucareras o paneleras, yuca fresca o seca, salvados de granos como arroz, maíz, trigo, torta de palmiste, torta de algodón, cascarilla de algodón o soya, frutos molidos de trupillo (Prosopis juliflora), de campano (Saman samanea).
Fuentes de proteínas
Las proteínas son los componentes más importantes de los seres vivos y los compuestos más difíciles de obtener en la naturaleza. Los rumiantes, gracias a sus adaptaciones, pueden obtener proteínas de forma indirecta.
Vitaminas
Durante las sequías, el pasto se seca y su contenido de carotenos precursores de la vitamina A,  baja de manera significativa al punto de que se puede llegar a un nivel crítico (por debajo de 1500 UI/kilo pasto) que altere los parámetros reproductivos del ganado. Se puede ver afectado también el nivel de la vitamina E y K. Las vitaminas hidrosolubles son generalmente sintetizadas por los microorganismos del rumen, en cantidades suficientes para cubrir los requerimientos de los rumiantes, aun en épocas de sequía, y que haya disponibilidad de material celulósico seco disponible en las praderas y minerales suficientes para la etapa autotrófica en el rumen para que las bacterias puedan transformar materiales toscos y sintetizar posteriormente proteínas y las vitaminas hidrosolubles.



Los rumiantes requieren de forma balanceada los siguientes elementos, que deben contener, por tanto, su alimento diario para una óptima producción: agua, energía, proteínas, minerales, vitaminas y AGI (Acidos grasos insaturados).



Recursos para aumentar la productividad en las fincas

En las calamidades hay que acudir a todo el acervo de conocimientos, para enfrentarlas. Se han desarrollado investigaciones que aplicadas permiten utilizar recursos no convencionales abundantes en las regiones tropicales como alimento para el ganado, especialmente en épocas de grandes sequías o también grandes invernadas. Toda fuente de celulosa es factible de transformarse en alimento para el ganado adecuadamente procesada por métodos sencillos. Se destacan los siguientes recursos abundantes en diferentes regiones: gramalote (Paspalum fasciculatum), pajón mata tigre (Paspalum virgatuM), canutillo, lambe lambe, buchón de agua (Eichhornia crasipes), lechuga de agua (Pistia estratiostis), paja seca de maíz o millo, tamo de arroz, cascarilla de arroz, aserrín de maderas blancas, restos de papel, licores de pulpa, orujo de frutas, entre otros, adecuadamente procesados se pueden convertir en fuentes de energía para el ganado. Hoy se disponen de conocimientos para aumentar por vía biológica el contenido de proteínas de la yuca que solo contiene entre 3 y 6 por ciento, para llevarla a 16 por ciento, con base en el crecimiento de microorganismos especializados, algunos modificados, para ese propósito. También se puede efectuar con base en procesos físico-químicos,  sobrepasantes, las grasas, algunos carbohidratos y proteínas para mejorar el aprovechamiento y conversión de los alimentos de los rumiantes.

El algarrobo o samán, excelente alternativa ganadera









En la costa Caribe colombiana y en otras zonas del país, este árbol es muy apreciado en las fincas por sus  múltiples beneficios ya que fertiliza, conserva el suelo y es fuente de proteína y energía para el ganado.



Hermes Solano Peralta -
Técnico Asocebú


La industria ganadera en Colombia, especialmente, en la costa atlántica ha tenido grandes limitantes para su desarrollo sostenible, siendo las más importantes entre otras, la ausencia de políticas pecuarias por parte del Estado, la alteración del orden público, la deficiencia en la adopción de nuevas tecnologías y, en algunos casos, el difícil acceso a créditos para el sector. Todo esto ha permitido que no haya una orientación coherente en el sector, así mismo, ha contribuido para que el estancamiento en la zona en la última década sea cada vez más visible.

En la costa Caribe, por ejemplo, el proceso de planificación e ineficiencia productiva es bastante agudo, donde las necesidades son visibles en el campo nutricional. Debido a la falta de tecnologías en la utilización de nuevas alternativas en la producción de alimento, todo esto se convierte en enormes dificultades en las épocas de verano agravándose por fenómenos naturales, como el que nos afecta hoy “El fenómeno del niño”. Lo anterior nos deja como consecuencia grandes pérdidas económicas, atribuidas a marcadas diferencias en la calidad nutritiva de los pastos, reflejándose principalmente en la pérdida de peso, disminución marcada en producción de leche, un destacado descenso reproductivo y un aumento en las tasas de mortalidad.

La estacionalidad de la producción de forrajes presentada en la región, causada por la irregularidad de las lluvias, ocasiona buena disponibilidad de forraje en épocas de alta precipitación y carencia de biomasa para épocas de verano. Durante la primera fase señalada, los pastos alcanzan su madurez de manera relativamente rápida, y en la segunda, la oferta de alimento reduce notablemente tanto en cantidad como en calidad ocasionando pérdidas económicas considerables al sector ganadero.



Las plantas nativas, arbóreas, arbustivas y de cobertura presentan una gran variabilidad de especies y aún entre individuos de la misma especie en relación con producción de follaje y frutos, tamaño y peso de los mismos y producción general de biomasa. Esas plantas consumidas por rumiantes pueden presentar características favorables como alimento y son fuente importante de proteínas, carbohidratos solubles, vitamina A y minerales (Roncallo et. al; 1996).

El saman o algarrobillo es considerado un árbol forrajero que puede ser utilizado en asocio con pastos para pastoreo y de corte en bancos de proteína. El manejo de los mismos difiere según el sistema establecido y las condiciones edafoclimáticas del sector. En términos generales, cuando se utilizan árboles forrajeros en la producción animal se denomina sistema silvopastoril, los cuales se reconocen como alternativas de uso sostenible de la tierra por los múltiples usos y beneficios que aportan al suelo, medio ambiente, animales y vegetación establecida en asocio (Álvarez, 1990).

Los sistemas silvopastoriles presentan una mayor producción de biomasa que la obtenida en los pastos solos, debido a un mejor aprovechamiento del espacio vertical, tanto aéreo como subterráneo que supone una mayor captación de nutrientes y energía (El Cebú, 1997).

El algarrobillo en esta zona también es conocido como campano, es nativo de América intertropical, se encuentra a bajas elevaciones en climas secos a húmedos, alcanza 25 metros de alto, con tronco corto y grueso, con una copa extensa que forma un amplio domo cuyo diámetro llega frecuentemente a 40 y hasta 50 metros (reduce el estrés calórico del animal notablemente). Su corteza es fisurada, de color gris claro y con placas muy estrechas entre las fisuras.  



Es un árbol muy apropiado para sombríos en potreros especialmente en asocio con la guinea y áreas sociales; su principal potencial nutricional es su fruto que es muy apetecido por el ganado, el cual contiene una alta concentración de azúcares en la vaina (24,18 hasta 13,33 por ciento) y de proteína cruda particularmente en la semilla (> 25 por ciento). Más del 25 por ciento de la pulpa es azúcar utilizable de la cual se obtiene un aguardiente.  

El samán es considerado un árbol de múltiples utilidades ya que fertiliza y conserva el suelo, es fuente de proteína y energía para el ganado (en épocas de verano), surtidor de combustible (leña) y sirve como material de construcción en fincas. Es un arbusto apropiado para parques, requiere de una gran área para su desarrollo y se adapta a suelos muy variados (Mahecha, et.al; 1983). 


Tabla 1.  Composición química del follaje y del fruto de algarrobillo (Roncallo, 1997)

                                                   PORCENTAJE                                                                       Mcal/Kg

PB
FDA
FDN
CS
DIVMS
TT
TS
TC
ED
EM
Follaje
21,2
55,1
63,6
1,6
34,0
2,20
1,10
1,20
0,76
0,62
Fruto
29,3
18,7
22,9
40,9
73,7
6,10
2,5
3,6
2,18
1,78

PB: Proteína Bruta, FDA: Fibra detergente ácida, FDN: Fibra detergente neutra, CS: Carbohidratos solubles,
DIVMS: Materia seca, TT: Taninos totales, TS: Taninos solubles           
TC: Taninos condensados, ED: Energía digestible, EM: Energía metabolizable

Estudios realizados por el doctor Belisario Roncallo, en 1997, determinaron la composición química del forraje y del fruto del algarrobillo (Tabla No. 1). En esta tabla se observa que el fruto posee un mayor porcentaje de proteína (29,3 por ciento) y una menor pared celular.

Tabla 2.  Composición mineral del follaje y del fruto de algarrobillo (Roncallo, 1997)

                                         PORCENTAJE                                                                                  p.p.m

Cenizas
Ca
P
Mg
K
S
Na
Fe
Mn
Cu
Zn
Follaje
5,6
0,51
0,31
0,19
1,51
0,19
0,05
192
20
11
28
Fruto
3,4
0,26
0,12
0,07
1,26
0,09
0,03
55
ND
2
7

En la tabla No. 2 se muestra la composición mineral del follaje y del fruto de algarrobillo. El mayor porcentaje de cenizas del follaje indica la mayor presencia de minerales en este, lo cual se debe tener en cuenta cuando se suplemente con follaje verde de samán debido a que esto va a afectar el consumo de sal mineralizada por parte de los animales.
  
En 1998 se llevó a cabo un estudio bromatológico al fruto del saman en la hacienda La Esperanza ubicada en el municipio de Valledupar (Cesar) y se obtuvo las siguientes características nutricionales del fruto:


 Tabla 3.  Características nutricionales del fruto de samán (Solano, 1993)



Semilla
Vaina
Fruto completo
Peso total %
18.3
81,7
100,0
M.S. %
95,37
90,52
91,40
P.B. %
37,38
9,26
14,05
F.D.N. %
33,97
26,43
27,81
CH soluble %

42
-------
M.S.: Materia seca, P.B.: Proteína Bruta, F.D.N.: Fibra Detergente Neutra, CH Soluble: Carbohidratos solubles.

Las características del fruto completo fueron altos niveles de materia seca (91,4 por ciento), con niveles de proteína total (14,1 por ciento) y niveles disminuidos de pared celular (27,81 por ciento), que le dan peculiaridad de un material muy adecuado para esta especie animal.

Analizando cada una de las fracciones del fruto para determinar el aporte nutricional, tanto de la semilla como de la vaina, se establece que esta última tiene una mayor proporción del fruto (81,7 por ciento), sin embargo, el aporte de proteína y pared celular es menor en esta fracción comparada con la semilla, en cambio los niveles de materia seca son similares y, además, su fruto es muy apetecido (alta palatabilidad) por el ganado.

A todo lo anterior se le suma que el algarrobillo es de fácil propagación, el mismo ganado lo consume, lo escarifica y lo disemina en sus heces por toda la finca.